El pasado mes de diciembre, el director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, presentó, tras varios retrasos, el nuevo modelo Tesla Semi. El evento contó con todos los elementos que utilizan las bigtech en este tipo de ocasiones: música electrónica, un escenario, emisión en streaming y la presencia de un público muy entregado a las novedades de la empresa. En esta ocasión, el protagonista fue el modelo de camión eléctrico.
Musk presumió de las capacidades de este vehículo: "Esta cosa tiene una potencia increíble en comparación con un camión diésel". Sin embargo, parece que las ventas no han recibido el mismo impulso. Pese a que lleva anunciando un cambio de paradigma en el sector del transporte de mercancías desde 2017, este se está produciendo más lento de lo que predijo en un principio.
El fabricante de coches eléctricos espera haber producido 50.000 unidades para el año que viene, generando unas ventas de hasta 12.500 millones de dólares. Por tanto, el precio estimado de cada Tesla Semi es de 250.000 dólares. Hasta ahora, solo ha entregado cerca de 35 vehículos de este tipo, la mayoría de ellos a PepsiCo, que ha utilizado subvenciones estatales para adquirirlos.
"Como creo que todo el mundo sabe a estas alturas, se tarda un año en aumentar la producción. Estamos apuntando tentativamente a 50.000 unidades en 2024 para el Tesla Semi en Norteamérica", señaló Musk en noviembre. Posteriormente, anunció una inversión de 3.600 millones para el desarrollo de esta línea en la gigafactoría de Nevada y apuntó que la producción sería "limitada" este año, pero llegaría a un gran volumen el próximo año, sin dar más detalles.
"Tesla sigue siendo un 'peso pesado' del sector, pero es mucho más diminuto de lo que era"
Los datos sobre ventas son tan irrelevantes para la empresa que han excluido el modelo de sus dos últimos informes trimestrales de producción. Ni siquiera su CEO ha aludido en redes sociales al producto. Tanto es el desinterés, que no se ha incluido, por voluntad de la compañía, en la lista de camiones de cero emisiones de California, que permiten obtener ayudas de 120.000 dólares por cada unidad, según recoge Forbes. Ni siquiera participaron en la exposición de coches y caravanas de baja o nula contaminación celebrada este mes en ese estado.
"Tesla sigue siendo un 'peso pesado' del sector, pero es mucho más diminuto de lo que era", afirma Oliver Dixon, investigador de Guidehouse. California ha prohibido la venta de vehículos diésel a partir de 2036 y solo permitiría el uso de modelos de cero emisiones a partir de 2040.
Sin embargo, este cambio se va a producir poco a poco, porque el año pasado solo se registraron 134 ventas de camiones eléctricos, la mayoría producidos en China y ninguno por Tesla. Todo ello, después de una gran acogida del modelo cuando se desveló en 2017. Entonces, Musk dijo que estaría todo listo para 2019. Ahora, empresas como Ryder o J.B. Hunt han informado a Forbes que no saben cuándo empezarán a recibir los camiones, mientras UPS ya ha comunicado que está en negociaciones con Tesla y espera tenerlos en 2024.
Tesla afirma que el Semi está disponible en versiones que van de 500 a 800 kilómetros de autonomía. Estas cifras, así como la afirmación de Tesla de que los usuarios podrían ahorrar 200.000 dólares en combustible en tres años, no se han verificado de forma independiente. Asimismo, no indica el precio del vehículo, cuánto pesa ni cuántas toneladas de carga puede transportar. Pepsi dijo recientemente en Sacramento que los camiones recorren 500 kilómetros por recarga.