
Conducimos el nuevo Audi Q8 e-tron, una evolución del e-tron lanzado en 2018 que destaca por una importante mejora de su autonomía, de hasta el 45%, gracias al empleo de una nueva generación de baterías.
Audi sigue adelante con su estrategia de electrificación y lanza al mercado el nuevo Q8 e-tron, su todocamino grande 100% eléctrico. Un modelo que se suma a una oferta que ya cuenta con los Q4 e-tron más pequeños en versiones de carrocería SUV y Sportback y con el e-tron GT, la berlina eléctrica. En realidad, este nuevo modelo de Audi representa una actualización del modelo que, allá por el año 2018, supuso la llegada de la revolución eléctrica para Audi con el modelo e-tron.
Curiosamente, aquel modelo se presentó a la prensa española en Bilbao, y cinco años después este modelo actualizado, que cambia también su nombre por el de Q8 e-tron, se vuelve a presentar en Bilbao, en un entorno magnífico. En las carreteras en torno a la ciudad vasca hemos podido hacer esta primera toma de contacto.

Este nuevo modelo supone una evolución en muchos aspectos con respecto a su antecesor, como su estética exterior e interior o mejoras en su equipamiento. Pero lo que se mantiene inalterada es su gama. Y es que se ofrece con las dos carrocerías, la de tipo SUV y una variante de estilo más dinámico, por su parte trasera en caída, el Sportback. Y también sus tres variantes mecánicas, los 50 y 55, a los que se añade una variante de enfoque más deportivo, el SQ8.
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Pero qué es lo que aporta realmente el nuevo modelo de Audi. Pues sobre todo un nuevo sistema eléctrico, unas baterías mucho más capaces, más potentes y que permiten una notable mejora de la autonomía real del vehículo. Pero no es un cambio pequeño. No se trataba de conseguir una batería más capaz, más grande y con un mayor número de celdas.

Lo que se ha buscado es hacer una batería revolucionaria. En realidad se ha cambiado todo en la batería, se ha conseguido una mayor densidad energética de la misma, las celdas son más pequeñas y se han cambiado hasta los químicos que incluyen. Sus baterías son muy superiores y representan un importante salto adelante.
Gracias a las nuevas baterías, a la optimización de su sistema de gestión energético, y también a la mejora de la aerodinámica, el nuevo Q8 e-tron ofrece una mejor autonomía que su antecesor. Con ello, la autonomía ha experimentado una importante mejora, que llega hasta un 45% de incremento en la variante más pequeña, el 50. Este crecimiento es menor en las versiones más potentes, en torno al 30%.

La batería pequeña del Q8 e-tron ha pasado de 71 a 95 kWh, mientras que la grande pasa de 106 a 114 kWh. Y la autonomía experimenta una notable evolución. Si el modelo de acceso del anterior e-tron tenía 339 km de autonomía, en el nuevo el punto de partida es de 487 km de valor homologado. Y en el caso de la versión de máxima autonomía, es decir el modelo 55 con la batería grande y la carrocería Sportback, se llega a los 595 km, según los valores homologados.
Tracción 4x4 eléctrica
Todos los modelos de la familia Q8 e-tron tienen tracción a las cuatro ruedas eléctrica, gracias al empleo de dos motores, uno en cada eje. La variante de acceso, el 50 e-tron, tiene una potencia de 340 caballos (313 CV en su antecesor) y su autonomía se sitúa en 487 km según los valores homologados.

La opción intermedia de la gama, el 55 e-tron, cuenta con una potencia combinada de sus dos motores de 408 caballos, lo que proporciona igualmente su tracción a las cuatro ruedas. En este caso su autonomía llega a los 575 km gracias al empleo de la nueva batería de 114 kWh. Y si hablamos de la variante Sportback, con una mejor aerodinámica, la autonomía sube hasta los 595 km.
En cuanto al tope de gama, la versión SQ8, está marcada por un enfoque más deportivo. En este caso su mecánica incluye tres motores diferentes, con una potencia combinada de 503 caballos. Esta potente mecánica, unida a la batería de 106 kWh, permite una autonomía de 465 km, siempre según los valores homologados.
Al volante del 55
Hemos conducido la variante intermedia de la gama y con la carrocería Sportback, es decir el que consigue la máxima autonomía de la gama, con 595 CV. Este es un modelo delicioso por su estética, su equipamiento, pero sobre todo por su dinamismo y el silencio de marcha. Una combinación de prestaciones, deportividad y elegancia, clave de todos los modelos de la marca alemana.

Al sentarse al volante lo que más sorprende son sus espejos exteriores digitales. En el interior encontramos, en la esquina de las puertas, en una posición parecida a donde encontraríamos el retrovisor convencional. Una vez acostumbrados a su uso resultan fáciles de utilizar. Pero hace falta un tiempo de hacerse a ellos. Al empezar a conducir resulta difícil saber medir las distancias con los coches que vemos en la imagen. Pero más tarde ya resultaba muy fácil su uso.
Sin duda un aspecto clave es el interior elegante y tecnológico. El conductor tiene nada menos que tres grandes pantallas, más un head up display, para tener información. El cuadro de instrumentos, de 12,3 pulgadas y dos pantallas en la consola central: la de arriba, de 10 pulgadas y la inferior de otras 9 pulgadas para el climatizador y otros elementos. Con ello, la información del navegador, por ejemplo, es perfecta, con la opción de poder ver tanto en la pantalla central como en el cuadro de instrumentos la imagen real de por dónde estamos circulando. De esta manera el viaje se transforma en una nueva experiencia.
Gran dinamismo
La conducción es nuevamente perfecta. Gracias a los dos motores el coche va literalmente sobre raíles, pero sin el ruido que produce un tren. Una simple presión sobre el acelerador permite un fuerte aumento de la velocidad. Dos motores, 408 caballos o 664 Nm de par, y una respuesta inmediata. Solo un detalle que no me gusta demasiado, la palanca de cambios, que se sustituye por un mando giratorio, poco intuitivo.

El conductor tiene ante sí un vehículo que se mueve con una gran soltura y que es muy fácil de conducir. Puede seleccionar diferentes modos de conducción desde un modo "eco" hasta el individual en el que puede ajustar cada uno de los sistemas. A estos modos habituales se suman otros dos específicos. Por un lado el "all-road" para circular por terrenos deslizantes o pistas, y por encima el "off-road" cuando realmente queremos salir del asfalto con garantías.
En el volante encontramos las levas, que lógicamente no sirven para cambiar de marchas, puesto que es un modelo eléctrico sin marchas. Estas levas sirven para subir o bajar el grado de retención y de recuperación de energía del vehículo en base a cuatro niveles. Es el equivalente a reducir marchas en los coches con motor térmico, pero con el aspecto muy positivo que no gasta más combustible, como ocurre en los gasolina, sino que encima recupera energía y ahorra algo el consumo.
Suspensión neumática
Otra de las claves de este vehículo es el confort de marcha que proporciona a sus ocupantes. Lo más importante es su silencio en marcha, pero también el confort que ofrece su suspensión neumática de altura regulable. Esta es de serie en toda la gama, mientras que la opción SQ8 cuenta con una específica, la deportiva, que ofrece un mejor dinamismo y que permite reducir la altura de la carrocería para conseguir mejorar aún más su comportamiento dinámico.
Este nuevo Q8 e-tron es sin duda una opción muy interesante y válida, comparable con modelos como el Mercedes EQE que ya tiene a la venta no solo su berlina sino también la opción de carrocería SUV. El nuevo Audi Q8 e-tron eleva el listón del SUV eléctrico con un modelo que llega a los 595 km de autonomía homologada.
La gama del Audi Q8 e-tron se centra en dos carrocerías, la SUV y la Sportback, con una diferencia de precio de unos 2.500 euros entre ambas. Y hay dos terminaciones diferentes, la de acceso, por llamarle de alguna manera, es el Advanced y por encima el S-Line con un estilo más deportivo y un sobreprecio de 5.500 euros. Y en lo que a motores se refiere, la variante 50 de 340 caballos, variante 55 de 408 CV y como tope de gama el SQ8 de 503 CV.
Estos son los precios recomendados para el nuevo Audi Q8 e-tron
Audi Q8 50 e-tron Advanced, 84.610 euros.
Audi Q8 50 e-tron S Line, 90.110 euros.
Audi Q8 55 e-tron Advanced, 94.610 euros.
Audi Q8 55 S Line, 100.110 euros.