
Las míticas siglas GSE, y posteriormente GSi, de los modelos más deportivos de Opel han evolucionado y en la nueva era de la marca alemana la deportividad es electrificada, con versiones híbridas enchufables. Y el futuro será eléctrico.
En los años setenta la marca alemana Opel lanzó al mercado varios modelos de enfoque deportivo con la denominación GSE, las siglas de su denominación Grand Sport Einspritzung. De esta época son modelos como el Commodore, el Manta o el Monza, un bonito modelo coupé. La última palabra de su denominación, Einspritzung, significa "inyección" en alemán. Y por ello, los responsables de la marca decidieron, con el paso de los años, que el nombre de sus versiones más deportivas pasara a ser GSi. De esa nueva época, quizá los más reconocidos fueron el Corsa y el Astra.
Posteriormente, el nombre de sus versiones más radicales pasó a ser OPC. Bajo este prisma de deportividad, en sus distintas evoluciones, se inscriben durante años los modelos Corsa, Astra o el más grande Insignia. Lo que se buscaba con estas versiones era, sobre la base de un modelo normal, elevar al máximo sus prestaciones y mejorar su comportamiento dinámico en busca de un coche muy deportivo, que también llegó a los circuitos y los rallyes.
Opel. Electrificación por bandera
Pues bien, este concepto de deportividad llega ahora a la nueva Opel, la marca alemana integrada en el grupo Stellantis y lo hace con un cambio importante, con la electrificación por bandera. En este sentido, esa denominación de GSE o más tarde GSi se sustituye por la nueva de GSe en la que la "e" representa electrificación.

Opel Grandland GSe. Un SUV 4x4 deportivo
Pero esta combinación de deportividad y sostenibilidad del Astra llega a un nuevo nivel en el caso de la otra opción híbrida enchufable disponible en la gama de Opel, el Granland GSe. En este caso hablamos de un vehículo de tipo todocamino, un SUV compacto que gracias a la combinación de un motor de gasolina más potente que el del Astra, de 200 caballos, y a los dos motores eléctricos, de 110 y 112 caballos respectivamente, montados en los ejes delantero y trasero del vehículo, proporcionan unas prestaciones aún más deportivas.

Y es que, pese a las dimensiones y el peso más elevado que en el caso del Astra, el Opel Grandland GSe acelera de 0 a 100 km/h en solo 6,1 segundos, mientras que su autonomía homologada es de 63 km. Y por supuesto, con la etiqueta "0 emisiones" que garantiza una utilización sin límites en la ciudad.
Ecológicos pero muy deportivos
Ya sea con las dos variantes de carrocería del Astra o con el Grandland, la marca Opel ha sabido mantener viva la tradición de sus modelos más deportivos, los GSE/GSi, pero ahora desde un punto de vista más sostenible gracias al empleo de potentes mecánicas híbridas enchufables con más de 60 km de autonomía en modo solo eléctrico.

Y en los próximos años el cambio será hacia el eléctrico puro. Opel dejará de comercializar coches que no sean 100% eléctricos en el año 2028 y por ello no tendría sentido hacer una división de coches deportivos que no fueran 100% eléctricos. En este sentido, ya se mostró en 2021 el impresionante Opel Manta GSe elektroMOD, un vehículo que sobre la imagen del legendario Manta aportaba una visión 100% eléctrica para el futuro deportivo de Opel. Y de momento, como paso intermedio los actuales GSe, los Opel Astra y Grandland, con mecánicas híbridas enchufables. Una perfecta elección de compra.