Motor

Gestamp celebra sus bodas de plata con la ambición 'marcopoliana' de Asia

  • Gestamp tiene 113 plantas en 24 países, 13 centros de I+D y emplea a más de 40.000 personas
  • La familia Riberas mantiene más del 73% del capital de Gestamp en su poder

La multinacional de componentes de automoción surgida en País Vasco en 1997 celebra su 25 aniversario centrada en la ampliación de su negocio en Asia

Gestamp celebra su 25 aniversario en un momento de transformación del sector del automóvil. La descarbonización del sector se antoja primordial en un momento en el que las automovilísticas están asignando la producción de nuevos modelos de vehículos eléctricos. Un proceso que también lleva aparejado una transformación por parte de los proveedores de automoción. Pero el proceso no será sencillo. El sector también se enfrenta a una inflación que en el sector automovilístico siempre se ha sabido sortear, así como a un incremento de las materias primas que daña sus márgenes.

Pero este proceso al que se enfrentan todas las compañías no es ajeno a Gestamp. La multinacional vasca de componentes de automoción se fundó en 1997. Por aquel entonces la industria automovilística estaba asentada, aunque el proceso de expansión aún estaba por llegar. Desde el primer momento la compañía apostó por la internacionalización. Una visión nada equivocada de la realidad pues el proveedor vasco está considerado como Tier1, es decir, el primer eslabón del que tiran los fabricantes de vehículos en la cadena industrial. Y es que, desde su creación, Gestamp ha pasado de ser un pequeño proveedor local de estampación a una compañía de carácter global, con presencia en los principales centros neurálgicos de fabricación de automóviles. De esta manera, Gestamp contaba al cierre de 2021 con 113 plantas en 24 países y 13 centros de I+D, en las que emplea a más de 40.000 trabajadores y con una facturación de 8.093 millones de euros. Lejos quedan los cuatro centros productivos, otros tres en proyecto, los cuales facturaban 200 millones de euros.

No obstante, desde el primer momento la compañía, bajo el liderazgo de Francisco J. Riberas, hijo de Francisco Riberas Pampliega y fundador de Gonvarri, tenía claro que su proceso se iba a basar en la internacionalización. Así, entre 1998 y 2001 inicia su primera fase de internacionalización con la llegada a mercados sudamericanos y europeos. Es en este proceso cuando empiezan las operaciones en Argentina, Brasil, Alemania, Portugal y Francia.

Poco tiempo después, en 2004, la multinacional vasca compró la siderúrgica sueca SSAB HardTech por 158 millones de euros. Un movimiento que le permitió complementar su negocio, tal y como reconoció el directivo madrileño. Entre 2006 y 2009 la compañía continuó con su proceso de internacionalización en mercados emergentes. Fue el momento de iniciar operaciones en China, Turquía, India, Corea del Sur y Rusia.

En 2009, con la crisis financiera, el grupo industrial aprovechó su posición frente a otras compañías que se encontraban al borde de la bancarrota. Ante esta tesitura, Gestamp compró el grupo alemán Edscha. Ya en 2011 hizo lo propio con la división de automoción del gigante alemán Thyssenkrupp.

Salida a bolsa

Gestamp vivió el 7 de abril de 2017 uno de sus momentos históricos: su salida a bolsa. Puso en el mercado 155,38 millones de acciones en el mercado español con un free float equivalente a un 27% de su capital. Con esta operación, Gestamp buscaba refrendar su estrategia a largo plazo marcada por el carácter de empresa familiar. Pese a tener este porcentaje en bolsa, la compañía ha mantenido la disciplina que tanto gusta en la Citi, en contra de lo que defenderían los hurones del capital privado partidarios de excluir la compañía y privar del futuro valor al resto de accionistas actuales.

Cinco años después de su debut bursátil, la familia Riberas mantiene el 73,76% del capital de Gestamp. Pero no es la única compañía en la que tiene intereses la familia Riberas, ya que en CIE Automotive también posee un 15,69% de su capital a través de Acek Desarrollo y Gestión Industrial, el holding familiar que encabeza Francisco J. Riberas junto a su hermano Jon Riberas.

En la actualidad, el 40,8% de la facturación de la compañía viene de Europa Occidental, mientras que el 21,8% procede de Norteamérica, el 8,3% de Mercosur y el 14,9% de Asia. Es en esta región, la asiática, donde Gestamp quiere crecer, consciente del potencial del mercado chino y, sobre todo, del indio.

Para el presente ejercicio, la compañía mantiene las previsiones de lograr un margen ebitda de entre el 12,5% y el 13%, en el que se incluye un impacto adicional de 150 a 200 puntos básicos de las materias primas. Además, Gestamp prevé lograr un flujo de caja libre superior a 200 millones de euros, debido a la preservación de la rentabilidad y la generación de flujo de caja.

Lo cierto es que de cara al año que viene los proveedores de automoción ya han levantado la voz a la hora de trasladar la subida de costes en la cadena hacia arriba (en relación a los fabricantes). Y es que Riberas es desde noviembre de 2021 presidente de la patronal de la industria auxiliar (Sernauto). El directivo madrileño reconoció recientemente que uno de los retos de cara al año que viene será el de la flexibilidad, ya que "en nuestro mundo los volúmenes nos afectan mucho". Todo ello en relación a las enormes inversiones que han de acometer los proveedores de automoción debido a la transformación de la industria automovilística.

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