Motor

Neumáticos de invierno, para conducir sobre raíles en las peores condiciones

  • Los neumáticos de invierno nos evitarán usar las cadenas y ofrecen la máxima seguridad con frio y nieve
  • En zonas más frías las mejores opciones son los neumáticos "all season" o unos de invierno de verdad
  • Los "all season" sirven todo el año, los de invierno hay que cambiarlos en verano y tener dos juegos de ruedas
Un neumático de invierno es la solución ideal, pero tiene algunas limitaciones.

Llega el frío, la lluvia o la nieve y es el momento de pensar si merece la pena comprar estos neumáticos específicos de invierno. Estas son las claves para tomar una buena decisión.

Los neumáticos de invierno son más interesantes de lo que podemos pensar a priori. Gracias a sus compuestos y su dibujo específico, extreman la seguridad sobre asfalto en condiciones meteorológicas adversas También sustituyen a las cadenas, cuando la carretera está nevada o con hielo. Pero sobre todo aportan la mejor adherencia cuando la temperatura está por debajo de los siete grados.

Por ello, equipar neumáticos de invierno supone un plus de seguridad al volante cuando llegan los meses de frío porque, además, no solo sirven para rodar sobre nieve, sino que también son muy eficaces sobre asfalto seco, mojado o helado, y siempre que haya temperaturas bajas.

La clave para saber si debemos equipar nuestro coche con neumáticos de invierno está en la temperatura exterior. Cuando el termómetro no supere los 7º sobre cero es el momento de montarlos.

Incluso con nieve las situaciones son siempre muy cambiantes.

En Europa, la norma sobre el uso de este tipo de neumáticos varía según el país. En algunos casos son obligatorios durante los meses de frío en países como Noruega, Suecia, Finlandia, Alemania, Austria, Bulgaria, Eslovaquia, Islandia, Ucrania… e incluso en el norte de Italia.

En España no son obligatorios, ni siquiera en zonas de montaña, pero sí son muy interesantes en muchos lugares donde la climatología es muy cambiante o especialmente fría. En todas estas circunstancias los neumáticos de invierno son un elemento de seguridad muy importante.

¿Qué tienen de especial?

Gracias a los compuestos con los que están fabricados y al diseño de su banda de rodadura, los neumáticos de invierno se 'pegan' al suelo y no pierden ninguna eficacia cuando el asfalto está frío o deslizante por hielo, nieve o agua.

El dibujo de la banda de rodadura es más recortado y profundo. Tienen grandes surcos y una especie de flecos que aseguran el agarre en carretera y permiten evacuar más cantidad de agua. Estas características posibilitan una mejor tracción, mantienen la adherencia evitando la pérdida de control y reducen la distancia de frenado con respecto a un neumático convencional. Así se garantiza la máxima capacidad de evacuación del agua y se reduce el riesgo de aquaplaning.

La goma de los neumáticos de invierno también es más resistente al frío, es más blanda y flexible y se adapta mejor a la carretera en estas condiciones difíciles.

Por ejemplo, sobre nieve y rodando a 50 km/h con neumáticos de invierno, cualquier vehículo tardará la mitad de tiempo en detenerse que en esas mismas circunstancias con unas ruedas normales.

No necesitan cadenas

Con este tipo de neumáticos no es necesario poner cadenas ya que son más seguros que ellas en cualquier tipo de asfalto frío. Con los de invierno el control al volante es total, con las cadenas –las que solo llevas instaladas en dos ruedas -tendrás que amoldar la conducción, reducir la velocidad y procurar no conducir con brusquedades para no dañar la amortiguación y el propio neumático. Sí es importante que sepas que los neumáticos de invierno deben ir en las cuatro ruedas. Ponerlos en un solo eje perjudicará el comportamiento del coche y penalizará la seguridad, incluso en asfalto seco.

Cuando llega el frio es el momento de estudiar la opción de un neumático específico.

Otra ventaja de los neumáticos de invierno frente a las cadenas es que no te tienes que parar a quitarlas y ponerlas en zonas donde se suceden varios túneles. Con los de invierno podrás rodar sin problemas y no te darás cuenta del paso de asfalto nevado al seco debajo del túnel. Los neumáticos de invierno están homologados y llevan unos distintivos en los flancos que acreditan su eficacia en terreno deslizante. A simple vista se diferencian porque llevan impreso en el flanco el distintivo M+S (mud + snow, en español, barro + nieve). Si además muestran un copo de nieve dentro del pictograma de una montaña son especialmente indicados para carreteras nevadas.

¿Cuándo hay que montarlos?

Lo ideal es hacerlo cuando empieza el mal tiempo. A finales de otoño y hasta marzo. Pero esto depende de la climatología de la zona. La clave para saber si hay que montarlos o retirarlos será la temperatura.

Este tipo de ruedas puede durar varias temporadas, pero hay que quitarlas con los primeros calores porque la goma se degrada más rápidamente cuando el asfalto empieza a calentarse. Este puede ser uno de sus inconvenientes ya que nos obligará a disponer de dos juegos de neumáticos, uno de invierno y otro de verano. Esto puede supone un gasto extra y también un problema si no se dispone de un lugar para almacenarlos correctamente.

¿Dónde se guardan?

Los neumáticos de invierno son entre un 10 y un 20% más caros que los convencionales, pero son mucho más seguros con climatología adversa. Eso debería compensar ese sobreprecio. Se compran en cualquier establecimiento que ofrezca neumáticos y en la mayoría de ellos se puede alquilar un espacio para guardarlos en verano si no se dispone de él en casa. Además, los hay de todas las marcas, para todo tipo de coches y medidas.

¿De invierno o 'all season'?

Como su nombre indica, los 'all season' son neumáticos con los que se puede rodar todo el año y hacen un buen papel en cualquier circunstancia. Y, como los de invierno, no necesitan cadenas sobre nieve.

Sin embargo, no son tan eficaces con temperaturas frías como los de invierno ni con calor como los neumáticos convencionales. Es decir, son un tipo de neumático intermedio. Con este neumático 'all season' se ha conseguido una buena relación entre seguridad y eficacia en cualquier época del año, pero no la mejor.

Sus prestaciones son inferiores en condiciones extremas de frío o calor. Frente a los neumáticos convencionales, los 'all season' tienen menor agarre y necesitarán más metros para frenar tanto en asfalto seco como mojado. Y, además, se desgastan entre un 10 y un 15 % más rápido.

Entonces, ¿qué es mejor? Para esta pregunta, no hay una respuesta contundente. Hay demasiadas variables para dar una contestación clara a qué neumáticos son más apropiados y cuándo.

La utilización de uno u otro dependerá de la zona dónde nos movamos, sus condiciones climáticas y si los cambios de temperatura son frecuentes. Si nuestra zona soporta inviernos muy crudos, los neumáticos de invierno serán una buena solución pero entonces habrá de tener unos convencionales para el resto del año. Si optamos por los 'all season' perderemos eficacia en algunas circunstancias pero podremos utilizarlos todo el año.

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