Toyota ha cerrado su primer semestre del ejercicio fiscal 2023, comprendido entre los meses de abril y septiembre, con un beneficio neto atribuido de 1,17 billones de yenes (7.960 millones de euros al cambio actual), lo que supone un 23,2% menos en tasa interanual.
En el segundo trimestre del año fiscal, la multinacional nipona ha tenido un beneficio de 434.264 millones de yenes (2.971 millones de euros), lo que supone un 30,7% menos en tasa interanual.
El beneficio operativo de la multinacional en el primer semestre del ejercicio fiscal se situó en los 1,14 billones de yenes (7.755 millones de euros), lo que supone un 34,7% menos en comparación con el mismo periodo del año anterior. Entre julio y septiembre, el beneficio operativo fue de 562.789 millones de yenes (3.850 millones de euros), un 24,9% menos en tasa interanual.
Asimismo, la facturación de Toyota entre abril y septiembre se situó en los 17,7 billones de yenes (117.512 millones de euros), un 14,4% más en tasa interanual. Por otra parte, las entregas a clientes de modelos alcanzaron las 5.168.000 unidades, un 1,8 % menos en tasa interanual.
En el segundo trimestre del año la compañía alcanzó una facturación de 9,21 billones de yenes (63.067 millones de euros), un 22,1% más en tasa interanual. Así, entre julio y septiembre, Toyota comercializó un total de 2.625.000 vehículos en todo el mundo, lo que supone un 4,7% más en comparación con el mismo periodo del ejercicio anterior.
La producción en el primer semestre del año alcanzó los 4,11 millones de unidades, un 4,5% más en tasa interanual. Además, en el segundo trimestre del ejercicio fiscal incrementó su producción un 24% en tasa interanual, hasta los 2,17 millones de vehículos ensamblados.
El director financiero de Toyota, Kenta Kon, ha explicado que estos resultados se deben "al encarecimiento de las materias primas y la energía, las subidas de tipos de interés, las rápidas fluctuaciones en los mercados de divisas y los prolongados problemas en la cadena de suministro".
Revisa a la baja sus previsiones
Con estos datos en la primera mitad de su ejercicio fiscal, Toyota ha revisado a la baja sus previsiones de producción y ventas para lo que resta de año. De esta manera, el mayor productor y vendedor de vehículos en todo el mundo estima que producirá 9,2 millones de vehículos, lo que supone un 5,1% menos en comparación con las anteriores estimaciones, cuando preveía fabricar 9,7 millones de vehículos.
En lo que a ventas se refiere, Toyota estima que acabará el año con un total de 10,4 millones de unidades comercializadas en todo el mundo, lo que supone un 2,8% menos en comparación con los 10,7 millones de vehículos que preveía vender este año.
Toyota prevé embolsarse un beneficio neto anual de 2,36 billones de yenes (16.055 millones de euros), lo que supondría un 17,2 % menos que el ejercicio precedente. Sus estimaciones apuntan a un descenso de su beneficio operativo del 19,9 %, hasta los 2,4 billones de yenes (16.327 millones de euros), así como a un incremento del 14,7 % de su facturación, hasta los 36 billones de yenes (244.872 millones de euros).
