El gigante automovilístico Toyota ha cerrado el primer semestre de su año fiscal, que finaliza en marzo de 2022, con un beneficio de 1,52 billones de yenes (11.574 millones de euros), lo que supone duplicar los 629.368 millones de yenes logrados en el mismo periodo del ejercicio anterior.
En el segundo trimestre del año fiscal, la multinacional nipona ha tenido un beneficio de 626.600 millones de yenes (4.757 millones de euros), lo que supone un 33,1% más en tasa interanual.
El beneficio operativo de la multinacional en el primer semestre del ejercicio fiscal se situó en los 1,74 billones de yenes (13.238 millones de euros), lo que supone más que triplicar lo logrado en el mismo periodo del año anterior.
Entre julio y septiembre, el beneficio operativo fue de 749.900 millones de yenes (5.692 millones de euros), un 48,2% más en tasa interanual.
Asimismo, la facturación de Toyota entre abril y septiembre se situó en los 15,4 billones de yenes (117.512 millones de euros), un 36,1% más en tasa interanual. Por otra parte, las entregas a clientes de modelos alcanzaron las 5.265.000 unidades, un 20,6 % interanual más.
En el segundo trimestre del año la compañía alcanzó una facturación de 7,54 billones de yenes (57.275 millones de euros), un 11,3% más en tasa interanual. Así, entre julio y septiembre, Toyota comercializó un total de 2.506.000 vehículos en todo el mundo, lo que supone un 0,5% menos en comparación con el mismo periodo del ejercicio anterior.
La producción en el primer semestre del año alcanzó los 3,93 millones de unidades, un 28% más en tasa interanual. Pese a ello, en el segundo trimestre del ejercicio fiscal recortó su producción un 12% en tasa interanual, hasta los 1,75 millones de vehículos ensamblados.
El director financiero de Toyota, Kenta Kon, ha explicado que "la escasez de semiconductores y el impacto de la pandemia en algunos países nos obligó a reducir la producción a nivel global".
Eleva las previsiones
De otra parte, el fabricante nipón ha elevado sus previsiones para lo que resta de ejercicio. De esta manera, Toyota prevé acabar su año fiscal con un beneficio de 2,49 billones de yenes (18.901 millones de euros), lo que supone incrementar un 8,2% las previsiones que manejaba en anteriores previsiones.
En cuanto a la facturación, Toyota prevé que el ejercicio fiscal acabe con una cifra de negocio de 30 billones de yenes (227.000 millones de euros) sin variación respecto a las anteriores previsiones.
Toyota también prevé unas ganancias operativas de 2,8 billones de yenes (21.252 millones de euros), un 27,4% más en tasa interanual.
No obstante, en lo relativo a las entregas de vehículos, el gigante nipón ha revisado a la baja las ventas para el periodo en un 1,7% y ahora prevé comercializar un total de 8,55 millones de unidades.
Asimismo, Toyota ha revisado a la baja sus previsiones de producción para el año un 3,2%, hasta los 9 millones de unidades ensambladas.