Tras asegurarse la Formula 1 y la MotoGP hasta 2026, el Circuit de Catalunya busca como generar ingresos más allá de los días de competición. El recinto está en números rojos desde hace años y a pesar de las inyecciones de dinero público aportadas por la Generalitat la situación no ha cambiado. Por ello el Govern ha cambiado el enfoque: asume que las pérdidas son inevitables, pero mantiene su apuesta por la instalación por el retorno turístico, de imagen y para la industria del motor que tiene.
El circuito presentó este lunes su nuevo plan estratégico. Con vigencia hasta 2024, implicará una inversión de 30 millones de euros, que se destinarán esencialmente a la sostenibilidad de la infraestructura. Se instalarán 18.480 metros cuadrados de placas solares en las torres de control, los edificios y la cubierta de la tribuna.
El principal reto de la instalación es diversificar sus ingresos más allá de las grandes competiciones. El presidente del recinto y conseller d'Empresa, Roger Torrent asume que no llegarán a compensar los gastos, pero el déficit es rentable para el territorio. "Todos los circuitos de estas características son deficitarios debido a que los costes de mantenimiento son muy altos", señala.
La Generalitat quiere que el circuito sea una fuente de ingresos aunque no haya competiciones
Sin embargo, la Generalitat pretende ampliar las fuentes del negocio para tratar de reducir el agujero. De ahí que el plan estratégico pretenda servir como catalizador de nuevas actividades para el circuito: organización de congresos y ferias, espacio para la celebración de pruebas deportivas que no sean de motor, un punto de referencia para los eSports y la búsqueda de sinergias con la industria del coche eléctrico.
"Más allá de los 4.675 metros de pista, el Circuit dispone de 25 hectáreas verdes para la organización de eventos", destacó Torrent. El dirigente puso en valor el impacto que tiene la infraestructura para el sector turístico y en términos de imagen para Cataluña.
Las pérdidas del Circuit
Para la campaña 2022, el Circuit de Catalunya cuenta con un presupuesto de 50,9 millones de euros. Además, augura unas pérdidas de 2,16 millones, que se suman a los números rojos de 1,34 millones con los que preveía cerrar el ejercicio 2021 las cifras oficiales todavía no se han hecho públicas-.
Durante el último año, la Generalitat inyectó 19 millones de euros a la instalación para compensar la falta de rentabilidad. En la última década, el agujero supera los 50 millones de euros.
Más allá de compensar pérdidas, el apoyo del Govern también quedó claro con el aval presentado ante Liberty Media, la empresa propietaria de la Fórmula 1 y la renovación de la prueba hasta 2026. El Gran Premio de este año fue un éxito y tras las dudas sobre su futuro en el pasado reunió a 300.000 personas en Montmeló (Barcelona). También se extendió hasta 2026 el contrato con MotoGP, la principal competición de motociclismo del mundo.
El accionariado del circuito se divide entre la propia Generalitat con un 66%, el Real Club Automóvil (RACC) con un 18% y el Ayuntamiento de Montmeló con un 10%.