Motor

Un recorrido por Verdicio, Luanco, Avilés y la buena gastronomía a bordo del nuevo Peugeot 308 SW

Nos hemos subido al nuevo Peugeot 308 SW para recorrer algunos de los rincones de ensueño del Principado. Este viaje nos ha permitido redescubrir y conocer nuevos lugares asturianos, con el valor añadido del confort, las prestaciones y las tecnologías que el fabricante francés nos ofrece en esta nueva gama.

Para los viajes en familia o de larga duración, disponer de un espacioso maletero se convierte en imprescindible. Cuántas veces nos hemos ido de casa unos días y, de un momento para otro, nos hemos percatado de todo lo que nos falta por llevar con nosotros. Con este nuevo automóvil esto no supone ningún problema, ya que el volumen de carga de su maletero es de 608 litros.

Además, si colocamos los asientos traseros completamente abatidos, nos encontramos con una superficie de hasta 1.634 litros. Para que se hagan una idea, una tabla de surf (acostada a lo largo) entra perfectamente en su maletero extendido. Otra ventaja la encontramos en la motorización de su portón trasero, ya que, después de apretar el botón, la puerta sube de forma automática. Esto nos facilita las cosas, especialmente si vamos con los brazos cargados o la casa a cuestas.

Una vez con todo lo imprescindible dentro, pusimos rumbo desde León hasta el Principado en el nuevo 308 SW, que puedes adquirir desde 28.700 euros o 299 euros al mes. Desde la estación de tren de la ciudad leonesa, nos trasladamos en coche hasta la zona asturiana de Verdicio, en el concejo de Gozón. Un recorrido de casi dos horas, en el que el vehículo nos transmitía confortabilidad y seguridad gracias a su diseño fluido y aerodinámico. En este sentido, nos resultó fácil tomar las pronunciadas curvas de acceso a las Dunas de Verdicio. De igual modo, conducir por sus estrechas carreteras no nos provocó inseguridad. 

En el Chiringuito de las Dunas de Verdicio, disfrutamos de una agradable comida con vistas a los bellos y verdales paisajes del norte. De entrada, elegimos una ensalada de pixín, término con el que se conoce al rape en tierras asturianas. Como plato principal, apostamos por todo un clásico, la lubina, y, para poner el broche de oro a la comida, nos decantamos por el arroz con leche. La casa nos recomendó con especial hincapié este postre. Y no nos defraudaron, ya que su leche tostada es toda una delicia para el paladar.

Continuamos el viaje e hicimos otra parada en Cabo de Peñas, que, en mitad de semana, estaba hasta arriba de turistas contemplando el paisaje y paseando por su faro. Nos quedamos con ganas de más y, aprovechando que el nuevo Peugeot 308 SW es ideal para los planes más variopintos, sacamos la tabla de surf del maletero y cogimos unas cuantas olas de la Playa de las Salinas, todo un enclave imprescindible si eliges como destino vacacional Asturias. Para los que se quieran adentrar en este fabuloso deporte, recomendamos las clases de Gonzalo, el instructor de surf de una de las escuelas cercanas. Se trata de un deporte 'a juego' con el vehículo, gracias al aire deportivo de sus líneas.

Después del surf, el cuerpo nos pedía tranquilidad, por lo que llegó la hora de poner rumbo a Avilés para descansar en un alojamiento altamente recomendable por su tranquilidad, la amplitud de sus habitaciones y la amabilidad del servicio: el Hotel Palacio de Avilés, ubicado en la Plaza de España. Para aparcar en el parking subterráneo, nos ayudamos en todo momento de las cuatro cámaras del vehículo (la delantera, la trasera y las dos laterales). De esta forma, no tuvimos problemas para aparcar el coche, que tiene una longitud de 4,64 metros y una distancia entre ejes de 2,73 metros.

A la hora de la cena, apostamos por subirnos nuevamente a nuestro Peugeot para disfrutar de una tranquila velada en el Restaurante El Hórreo, en la ciudad de Luanco. Un establecimiento especializado en marisco y sin demasiados lujos, adornos y florituras, pero en el que te pones hasta arriba de comida (y de la de toda la vida). Entre todos los platos degustados, te recomendamos sus cigalas como entrante y, por supuesto, su taco de bonito con tomate caramelizado. Todo acompañado por un buen vino blanco, en concreto, un Fillaboa Albariño por recomendación de la casa. Por otro lado, en esta reseña es imposible pasar por alto el arroz blanco con almejas. Apúntalo si tienes en mente un viaje a Luanco o a sus proximidades.

Al día siguiente, para dar por finalizado nuestro corto pero aprovechado viaje de dos días a bordo del Peugeot 308 SW, visitamos uno de los lugares con más interés de la ciudad de Avilés: el Centro Niemeyer. Se inauguró en 2011 y es la única obra en España del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, que en 1989 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes. Un centro formado por tres instalaciones en las que se aúnan la música, el cine, el teatro, la danza, las exposiciones, la gastronomía o la palabra.

Te recomendamos prestar atención a los detalles, ya que una de las características de este arquitecto era su pasión por los efectos visuales en la construcción. El escenario de más de 500 metros de su auditorio no dejará de sorprenderte, así como la distribución de los asientos de su sala. Todos están colocados en el patio de butacas y en una posición muy estudiada, para que no existan localidades de visibilidad reducida. En este sentido, el auditorio tampoco hace distinciones en precios. Se trata de una decisión del propio Niemeyer, que considera que todo el público tiene derecho a disfrutar del mismo espectáculo por el mismo precio.

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