
Las precompras de gas natural de Volkswagen le granjearán pingües beneficios próximamente. La crisis energética por la que atraviesa Europa una vez que Rusia ha decidido interrumpir el suministro de gas puede suponer una importante aliada en la cuenta de resultados de la automovilística.
El mayor fabricante de automóviles de Europa ha comenzado a vender contratos de gas por valor de 2,5 teravatios/hora, según un documento al que ha tenido acceso Bloomberg. Esto alimentaría el consumo normal de gas de 200.000 hogares durante un año.
Los precios del gas cotizan actualmente muy por encima de los niveles de cuando Volkswagen compró el suministro. A los valores actuales, la compañía podría percibir cerca de 400 millones de euros en beneficios con la venta.
La empresa había planeado usar el gas el próximo año en sus dos plantas de energía de Wolfsburg para sustituir el carbón. Pero el aumento del precio del gas, conjuntamente con las presiones políticas y económicas para ahorrar combustible, han llevado a la automovilística a vender el gas y continuar con el carbón por el momento, según personas familiarizadas con el asunto.
Volkswagen realizó las compras anticipadas de gas a través del proveedor Wingas GmbH en 2020, cuando el precio de mercado rondaba los 30 euros por megavatio/hora. Actualmente, los futuros de la materia prima cotizan a unos 200 euros por megavatio/hora, y su fluctuación en las próximas semanas marcará la cifra final que se embolsará la automovilística.
Las ganancias de la venta se utilizarán para compensar los costes asociados con el uso de combustibles de carbón o petróleo y para reemplazar o modernizar la maquinaria, dijo una persona familiarizada con el asunto.
La compañía ya ha logrado en este ejercicio otra gran ganancia relacionada con el mercado de materias primas, dado que sus posiciones de cobertura en sustancias como el níquel agregaron 3.500 millones de euros a sus ganancias del primer trimestre.
Las empresas de todo el continente están enfrentando costes de gas muy elevados tras la reducción drástica del suministro por parte de Rusia. La Unión Europea está implementando medidas de emergencia para proteger a los consumidores y las empresas de los problemas financieros que esto está suponiendo y que previsiblemente aumentarán de cara al invierno.
El gobierno alemán ha instado a las industrias de alto consumo energético a que conserven el gas para garantizar las reservas y el suministro a la sociedad, al tiempo que la quema de carbón para generar electricidad sigue siendo una opción más rentable.