Motor

Si quieres acertar compra un coche híbrido

  • El híbrido enchufable ofrece autonomía y uso 100% eléctrico, pero es poco eficiente y más costoso
  • Para tener un coche eléctrico o enchufable hay que disponer de un enchufe accesible
  • El vehículo híbrido con su etiqueta "ECO" permite una movilidad sin limitaciones
Toyota lidera el mercado español hasta julio, por la gran aceptación de las mecánicas híbridas

En la actualidad hay muchas opciones de tecnologías diferentes a la hora de adquirir un coche nuevo. Diesel, gasolina, híbrido, mild hybrid, híbrido enchufable o el 100% eléctrico, pero esto es una complicación para muchos usuarios. Si no quiere complicarse, la mejor opción es un híbrido "auto recargable! ... se lo explicamos.

Las actuales políticas medioambientales de las administraciones señalan al transporte terrestre como uno de los principales culpables de la contaminación y, en particular, a los coches que circulan por las carreteras de todo el mundo. Para paliarlo, la Unión Europea ha apostado por el coche eléctrico. Una política que, sin embargo, no está exenta de polémica porque, además, al mismo tiempo que se apoya al coche eléctrico se fiscaliza a los automóviles térmicos como los grandes culpables del tan manido cambio climático.

El auge de los motores de combustión está en los años 80 y 90 del siglo XX con la UE como gran impulsadora de la tecnología diésel para la automoción. De tal manera que los precios y los impuestos del gasóleo eran inferiores en toda Europa a los de la gasolina cuando el coste de producirlo es ligeramente superior. Durante esos años, se luchaba contra el efecto invernadero y el agujero de ozono y el CO2 que emitían los motores de gasolina era el culpable de esa situación. Entonces, no parecía preocupante la emisión exagerada de NOx emitidos por los diésel de la época.

Hyundai y Kia han hecho una gran apuesta por el coche electrificado y también por el híbrido.

Pero, ahora, las circunstancias han cambiado, la obligación de electrificar el automóvil y la demonización prematura del diésel hace que elegir un tipo de coche sea cada vez más difícil por la incertidumbre que nos rodea a día de hoy en muchos frentes.

Eléctrico aún no

En este escenario y a simple vista parece que optar por un coche eléctrico podría ser la mejor solución. Pero, siendo prácticos, y por mucho que se empeñen las políticas medioambientales, un automóvil eléctrico hoy por hoy no es la solución para un conductor medio. Al menos aquí en España.

Para empezar, un eléctrico necesita una infraestructura para recargar sus baterías, que de momento no está bastante desarrollada. Además, la mayoría de los conductores no disponen de garaje para poder instalar su punto de recarga y, por supuesto, en las calles de nuestras ciudades no hay suficientes postes para ello.

La etiqueta "eco" es una de las claves del éxito de los vehículos híbridos.

En segundo lugar está la autonomía. Bien es verdad que los eléctricos cada vez pueden recorrer más kilómetros con una sola carga, pero esta distancia aún es muy inferior a la de un coche con motor térmico. A esto se une otro problema, hay que parar a recargar más de una vez si nos aventuramos a hacer un viaje largo. Sí, es cierto que esta recarga podemos hacerla en un punto rápido, pero si abusamos de esta solución estaremos dañando la batería del coche.

El tercer punto que oscurece las bondades del coche eléctrico tiene que ver con el origen de la electricidad con la que se alimenten las baterías. Si ese origen no está en energías limpias -eólica, fotovoltaica, hidráulica...-, conducir un coche eléctrico no será un acto de cero emisiones como nos quieren hacer ver. La actual crisis energética está obligando a volver la vista a las centrales térmicas de carbón. Una vez más, la realidad se impone a las buenas intenciones.

En esta misma línea, el coche eléctrico tiene otro problema con sus baterías. La mayoría de los fabricantes garantizan una óptima utilización durante ocho años, pero, ¿qué pasa después? Si hay que cambiarla el precio es caro, más del 50 % del precio del coche. Y, por otro lado, ¿qué se hace con la batería desechada? Aún no se recicla el 100 % de sus materiales. Y a todo esto se añade otro factor adicional con las limitaciones en los materiales necesarios para su producción, Litio, cobalto o níquel, entre otros.

Por todo esto, de momento optar por un coche eléctrico no es una decisión práctica y, quizá, tampoco, un acto de buena sintonía con el planeta. Eso sin contar que su precio no es nada asequible, al menos un 30% más caro que un equivalente con motor térmico.

Renault ya fabrica en España los Captur y Austral con mecánicas híbridas muy eficientes.

Entonces, si las versiones con motor térmico tienen poco futuro y el eléctrico sigue sin ser la solución óptima ¿por qué tipo de coche hay que decantarse en estos momentos?

Tecnología no enchufable

Así las cosas, y a día de hoy, la mejor opción puede ser la de un coche con tecnología híbrida no enchufable. Es decir, un híbrido "autorrecargable". Estas versiones disponen de etiqueta eco, lo que significa que pueden rodar y aparcar –con descuento- en el centro de las ciudades. Un híbrido es un vehículo ahorrador –su consumo puede estar dos o tres litros por debajo de uno convencional similar- y, además, no hay que enchufarlo. Va equipado con un motor de gasolina –también puede ser diésel- y otro eléctrico, junto con una batería que se auto recarga sola con la conducción.

Estas bondades no sirven, sin embargo, para un híbrido enchufable. ¿Por qué? Porque para que estos sean tan eficientes como se anuncia siempre deben llevar su batería cargada, ya que es la única manera de que el motor eléctrico pueda mover el coche por sí solo y asistir al de combustión para rebajar su dependencia.

Pero si esto no es así, si dejamos que la batería se gaste y el coche ruede propulsado solo con el motor de gasolina, el consumo y las emisiones se dispararán. La razón es que un híbrido enchufable es un coche más pesado que uno con motor convencional similar. Los híbridos enchufables disponen de etiqueta cero emisiones, lo que es una ventaja muy importante, pero dada se ambigüedad como coches de cero emisiones reales, la DGT está estudiando rebajar este distintivo.

Motores térmicos

Para los 'rebeldes' que siguen pensando en un coche de gasolina o diésel, tienen que tener en cuenta dos datos. Por un lado, que los modelos nuevos con motores térmicos han rebajado ostensiblemente sus emisiones contaminantes -los fabricantes han trabajado mucho en ello-. Se podría decir que un diésel de última generación contamina un 70% menos que uno con 20 años. O que las emisiones de NOx, sin duda las más peligrosas en un vehículo diésel, en un coche moderno con Adblue, se reducen a cifras similares a las de un gasolina. Y con unas emisiones de CO2 por debajo de los coches de gasolina.

Pero, también ese conductor díscolo tendrá que saber que a causa de las nuevas políticas medioambientales el valor venal del coche con estas tecnologías cae en picado desde el primer día. Claro, que tal y como está la cosa podría darse la vuelta a la tortilla antes de ese 2035, en el que se prohibirán los coches con motores térmicos.

Otra opción intermedia para conducir un coche eficiente es optar por un mild hybrid o de hibridación suave. Este tipo de automóviles disponen de etiqueta eco y cuenta con una segunda batería –normalmente de 48 voltios- que minimiza en ciertos momentos de la conducción la dependencia del motor de combustión. Con ello, ahorra algo de combustible y emisiones. Pero en cualquier caso, la rebaja es bastante menor que la que proporciona un híbrido no enchufable.

Mejor opción

En resumen, la decisión de qué coche comprar es muy complicada y depende mucho de la situación del conductor, de sus desplazamientos, de si tiene plaza de garaje propia. Pero salvo casos extremos o circunstancias muy concretas, la opción más razonable en estos momentos es la de comprar un coche híbrido.

La mejor prueba es que Toyota, la marca especialista en este tipo de mecánicas híbridas, es líder del mercado, seguida por Kia y Hyundai, también especialistas en la hibridación. Y marcas que no tienen una buena oferta híbrida están sufriendo y van a sufrir aún más en los próximos meses en el mercado.

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