Seat ha cerrado el primer semestre del año con unas pérdidas operativas de 97 millones de euros, lo que supone casi cuadruplicar las pérdidas de 26 millones de euros cosechadas en la primera mitad de 2021.
Según ha explicado la compañía, "en este segundo trimestre se han reflejado los gastos asociados al plan de suspensión de contratos hasta 2026 acordado en el Convenio Colectivo. Y esto ha generado un resultado operativo final de 97 millones de euros negativos en el primer semestre cuando, sin este gasto extraordinario, el resultado era de 147 millones de euros en positivo". Y es que la automovilística ha provisionado 244 millones de euros para afrontar el coste de las 1.330 salidas de trabajadores contempladas en el XX convenio colectivo que estará vigente hasta finales de 2026.
La facturación de la compañía propiedad del Grupo Volkswagen en los seis primeros meses del año cayó un 4,9% en tasa interanual, hasta los 5.377 millones de euros. No obstante, en el segundo trimestre del año la facturación se incrementó un 6% respecto a 2021, pasando de 2.805 millones de euros del año pasado a los 2.973 millones facturados entre abril y junio del presente ejercicio.
Asimismo, las ventas de la automovilística entre enero y junio se situaron en las 236.000 unidades, lo que supone un 23,8% menos en comparación con las 310.000 unidades comercializadas en la primera mitad del año anterior. Todo ello debido a la escasez global de semiconductores, que afecta a toda la industria desde finales de 2020.
Las entregas de Cupra alcanzaron los 68.400 coches entre enero y junio, lo que supone un 79,1% más que en el primer semestre de 2021, y contribuyeron positivamente al beneficio operativo de la empresa.
La demanda del Cupra Formentor sigue superando todas las expectativas y se ha convertido en el modelo más vendido de la compañía, con más de 50.000 coches entregados en la primera mitad del año.
Seat ha reconocido que la situación del suministro de semiconductores "está mejorando gradualmente, pero seguirá siendo volátil y tensa durante la segunda mitad del año". La demanda de los clientes de los modelos Seat y Cupra es muy fuerte. En cuanto a los gastos, el incremento de los precios de las materias primas y de la energía también está teniendo un impacto negativo.
Wayne Griffiths, presidente de Seat y Cupra, ha apuntado que "a pesar de que retos como la escasez mundial de semiconductores y la guerra en Ucrania generan una enorme presión sobre nuestro negocio, hemos obtenido un beneficio operativo de 147 millones de euros antes de gastos extraordinarios".
"Cupra ha mantenido el rendimiento positivo y ha sido el principal motor de nuestro éxito, ya que nos ha permitido mejorar la rentabilidad de nuestras ventas", ha comentado el directivo.
Además, Griffiths ha reconocido que "2022 es el año del cambio de rumbo de Seat", al tiempo que ha señalado que tienen las bases para "lograr una rentabilidad sostenible en los próximos años".
Por su parte, el vicepresidente Ejecutivo de Finanzas e IT de Seat, David Powels, ha comentado que "las cifras del primer semestre demuestran que estamos en el camino correcto hacia la rentabilidad".
"Estamos plenamente centrados en prepararnos para los retos de la electrificación para la industria del automóvil, implementando eficiencias de costes y construyendo una estructura financiera más sólida y sostenible", ha dicho el directivo.