Motor

Cómo ahorrar combustible con los exorbitados precios del carburante

  • El litro de gasoil en 1,70€ y el de gasolina cerca de dos euros, hay que reducir el consumo como sea

Con los precios de los carburantes batiendo récords cada día, y con la previsión de que estos van a seguir subiendo en las próximas semanas, es de vital importancia conseguir reducir el consumo de nuestro vehículo. Para ello, conviene tener en cuenta algunos aspectos que nos permitirán ahorrar en nuestra factura de transporte a final de mes.

Es importante destacar que hay varios factores los que disparan el consumo de carburante de un vehículo y que en muchas ocasiones pueden pasar desapercibidos para los usuarios. El primero de todos ellos, y bastante obvio, es hacer un buen mantenimiento del coche. Si el sistema de inyección funciona bien, el consumo será el menor posible, es lógico. Por ello, una simple puesta a punto del vehículo nos puede hacer ahorrar consumo cada día.

Pero sin duda lo más importante es la actitud que tengamos al volante, es la que más va a afectar en el consumo de nuestro coche. En este sentido, la velocidad a la que se circula es un factor determinante del consumo de combustible. Si circulamos con nuestro vehículo a 100 km/h, tendremos un consumo en torno a un 20% inferior a si lo hacemos a 120 km/h. Eso no significa que haya que circular siempre a 100 o incluso más despacio, pero si hay que valorar que si podemos ir bien rodando a 100 km/h estaremos reduciendo la factura.

El otro aspecto clave es la previsión de las situaciones que nos vamos a encontrar al volante. Si tenemos un semáforo a 500 metros e intuimos que está rojo, no tiene sentido seguir acelerando hasta llegar allí y entonces frenar, estaremos quemando combustible. Hay que hacer una conducción suave, acelerar lo justo y levantar el pie siempre que sea posible.

Mantenimiento

Una de las claves para ahorrar combustible pasa por hacer un buen mantenimiento del coche. Mantener el vehículo en buen estado es algo fundamental para optimizar el funcionamiento y reducir el consumo. Es decir, para ahorrar combustible, el motor y todos los sistemas y componentes tienen que estar en el mejor estado posible. Esto incluye los filtros, lubricantes, líquidos, etcétera. En cuanto al aceite, es importante utilizar siempre el recomendado por el fabricante, por ofrecer un rendimiento óptimo.

También es importante revisar la presión de los neumáticos. Con una presión baja, aumenta el rozamiento de la rueda y con ello sube el consumo. Una presión 0,3 bares por debajo de lo recomendado por el fabricante aumenta el consumo de carburante en torno a un 3% e incrementa también el desgaste de las ruedas, otro coste adicional. Por desgracia, el mantenimiento del coche continúa siendo la asignatura pendiente de los conductores españoles, que en muchos casos piensan que el coche funciona bien hasta que se para.

Una vez tenidos en cuenta todos estos detalles, lo único que queda es el factor más importante para ahorrar carburante, hacer una conducción eficiente. Acelerar y frenar de forma brusca es lo peor que podemos hacer cuando lo que buscamos es lograr una cifra de consumo lo más baja posible. Lo ideal es mantener una velocidad constante siempre que sea posible.

Conducción suave

Al acelerar se utiliza la energía del carburante para impulsar el coche y si usamos mucho el acelerador, estaremos gastando mucho combustible. Si luego tenemos que frenar, por ir demasiado rápido, estaremos perdiendo una energía que no se puede recuperar, o al menos no se puede hacer de manera eficiente. Hay muchos coches electrificados que guardan esa energía recuperada en una batería, pero no es una manera eficiente de conducir. Lo ideal es hacer una conducción suave, acelerar y frenar lo menos posible y que el coche mantenga su trayectoria de forma uniforme.

Circular con marchas largas, que mantienen el motor girando a bajas revoluciones, es también una buena opción. Si rodamos por carretera, lo ideal es viajar siempre en la marcha más larga, al menos siempre que sea posible. En los coches con cambio automático, y también en algunos manuales, no se puede abusar del modo Sport en el selector de modos de conducción.

El motor gira más alegre de vueltas, con más fuerza, en una marcha más corta si tenemos cambio automático, pero a cambio está gastando mucho más carburante. Lo ideal si la situación lo permite y nuestro coche tiene selector de modos de conducción, es circular con el modo Eco. De esta forma, el propio sistema limita la capacidad de aceleración del vehículo, y con ello consume bastante menos carburante. Acelera menos y gasta menos.

En el caso de los coches manuales, todavía una gran mayoría en España, hay que acostumbrarse a no usar las marchas hasta muy arriba de vueltas. Lógicamente, la utilización depende del tipo de motor de nuestro vehículo. En los diesel, por encima de 2.000 vueltas se puede cambiar a una marcha superior sin problema. En los gasolina, sobre todo si no tienen turbocompresor, hay que subir un poco más este régimen de cambio o de lo contrario se quedará muerto y habrá que volver a reducir esa marcha con el coste adicional que esto supone.

Ojo con la seguridad

Pero por encima de todo, del ahorro de carburante, está la seguridad vial y esa debe ser nuestra prioridad. Si vamos a salir a una carretera, no podemos hacerlo a 30 km/h e ir acelerando muy suave para ahorrar. Lo que manda en este caso es acelerar y salir con seguridad, que luego ya habrá tiempo de ir un poco más despacio, rodar en una marcha más larga y ahorrar si es necesario. Pero nunca hay que poner en peligro nuestra vida y la de los demás por hacer una conducción más económica.

En esta época del año no es muy frecuente el uso del aire acondicionado, pero es otro aspecto importante que siempre hay que valorar si queremos reducir el consumo de carburante. Un uso excesivo de este elemento, tan importante en la época estival, supone entre un 5% y un 15% de incremento, dependiendo del vehículo.

Si nos centramos en los comportamientos específicos, tener encendido el aire acondicionado de forma continuada elevaría el gasto en un 8%. Por eso, es imprescindible utilizarlo solo cuando sea necesario. También conviene apagarlo en ciudad cuando circulamos a bajas velocidades. En su lugar podremos abrir las ventanillas, lo que proporciona una sensación agradable en muchos casos.

Pero sucede todo lo contrario al rodar en carretera, cuando se circula más rápido. Las ventanillas abiertas aumentan la resistencia del vehículo y, consecuentemente, el consumo. En cualquier caso, antes de encender el motor, es recomendable enfriar el coche unos minutos abriendo las ventanillas. Es una manera de que el sistema trabaje menos.

Como parte de un buen mantenimiento del vehículo, también es clave mantener los filtros limpios y ajustar la temperatura de nuestro climatizador entre los 21 y 22 grados. Cuando bajamos de esta temperatura el gasto puede aumentar un 10 %. Buscar la sombra para aparcar cuando hace mucho calor también es una buena idea.

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