
A partir del próximo 6 de julio, los nuevos turismos que salgan al mercado deben incluir un registrador de datos o caja negra.
Se trata de uno de los Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción (ADAS, por sus siglas en inglés) que desde la Unión Europea han fijado como obligatorios, con el objetivo de minimizar el número de víctimas mortales en accidentes de tráfico.
En concreto, esta caja negra se denomina Event Data Recorder (EDR). Su función consiste en registrar todos los datos del viaje para que, en caso de accidente, puedan ser extraídos y analizados.
Según explican desde Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV), "Gracias a este dispositivo se podrá contar con una mayor calidad y precisión en los datos de siniestros viales, lo que permitirá mejorar la operatividad de las nuevas tecnologías destinadas a mejorar la seguridad vial. Además, también se tendrá un mayor conocimiento de los umbrales de lesiones para mejorar la seguridad pasiva, con una mejor comprensión de las causas y los daños físicos de los accidentes de tránsito".
Aunque el contenido de la caja no servirá para determinar la culpabilidad en un accidente, sí que ayudará a analizar las causas e incentivar a mejorar la conducción.
Al contrario de lo que sucede en las cajas negras de los aviones o los trenes, EDR no registra audios o vídeos, sino que solamente guarda la información relativa al comportamiento del vehículo. En caso de colisión, almacena la información de los treinta segundos previos y de los cinco posteriores.
"El EDR registra más de 15 variables entre las que se encuentran: la velocidad del vehículo, la frenada, las revoluciones del motor, la fuerza del impacto frontal y lateral, los movimientos de dirección, la posición del acelerador, el funcionamiento de los sistemas de seguridad como los airbags y cinturones, entre otros". Sin embargo, los datos personales no serán almacenados.
Objeto de revisiones
El EDR se alojará bajo el asiento del conductor, anclado al chasis. Desde ahí, únicamente hará falta que el investigador se conecte a la caja desde un ordenador para obtener la información.
Como un sistema más integrado en el vehículo, las estaciones de inspección técnica de vehículos (ITV) deben asegurarse de su correcto funcionamiento.
Sin embargo, desde AECA-ITV ponen de manifiesto que el acceso a los datos técnicos para manipular este elemento es "dificultoso y, en algunos casos, inexistente". "De acuerdo con la normativa europea, los fabricantes deberán permitir el acceso a la verificación de estos dispositivos por las autoridades y los centros de ITV durante toda la vida útil del vehículo. Para ello, se deben aprobar reglamentos individuales de cada uno de los ADAS para definir cómo deben funcionar y cómo se deben comprobar en la ITV", indican.