
El Gran Premio de Arabia Saudí, una de las carreras más accidentadas de los últimos años, con tres salidas y multitud de coches de seguridad (reales y virtuales), sanciones, accidentes y caos total, terminó con una nueva victoria de Lewis Hamilton sobre Max Verstappen. Ambos afrontan la última carrera de la temporada, el G.P. de Abu Dabi en siete días... empatados a puntos, si bien el de Red Bull tiene ventaja por haber ganado más carreras.
La FIA estrenaba este año Gran Premio en Arabia Saudí, a precio de muchos petrodólares. Pero el precio pudo salir muy caro, pues el nuevo circuito urbano de Jeda, muy bonito, por supuesto, queda para la historia como un trazado 'killer', porque la sucesión de incidentes, toques, piezas de coches desparramadas por el circuito, coches de seguridad, sanciones y resalidas harán muy difícil olvidar una carrera tan emocionante como indignante.

Pero lo importante es que Lewis Hamilton volvió a ganar a Max Verstappen, y junto a la vuelta rápida enjuga los ochos puntos de ventaja del neerlandés, por lo que ambos llegan ¡empatados! a la última carrera, en tan solo siete días en Abu Dabi.
No fue desde luego una carrera cualquiera, y lo que va a ser la comidilla del Mundial durante los próximos siete días es que Max Verstappen está tirando por la borda, con actuaciones propias de un chiquillo, todo lo bien que lo ha hecho esta temporada 'en condiciones normales'. Porque el de Red Bull hizo de todo el fin de semana. El sábado, malo, al golpearse contra el muro cuando estaba a punto de conseguir una 'pole position' estratosférica. Y el domingo, de todo.
Salía tercero Verstappen tras los dos Mercedes, y la primera salida del Gran Premio fue muy calmada, cada uno en su posición. Pero empezó el festival de accidentes. En el primero, Mick Schumacher se salía de pista y estrellaba su Haas contra las protecciones. Salió el coche de seguridad, y Red Bull dio el primer gran golpe, al mantener a Verstappen en pista mientras los dos Mercedes cambiaban neumáticos. ¿Y por qué? Porque a renglón seguido dirección de carrera paraba el Gran Premio para reparar el desaguisado del hijo del mito.
Por lo tanto, y a espera de una segunda salida, Verstappen había adelantado a Hamilton por estrategia de equipo. Pero llegó la segunda salida, y Hamilton adelantó a Verstappen, que sin embargo le devolvió el adelantamiento... saltándose la primera curva, mientras Esteban Ocón (Alpine) se aprovechaba de un desconcertado Hamilton, poniéndose segundo, que era un primero en potencia, pues Verstappen debía devolver la posición poo saltarse la curva.
Pero mientras, en el pelotón, pasaba de todo: Verstappen se quedaba sin escudero, pues el Red Bull de Checo Pérez se destrozaba contra el muro tras tocarse con el Ferrari de Leclerc. Y Mazepin arrollaba por detrás de forma brutal al Williams de Russell. Por supuesto, nueva bandera roja, y de nuevo se para la carrera.
En el nuevo descanso obligado, se vivió un momento vergonzoso cuando dirección de carrera 'negoció' con Red Bull y Mercedes la sanción que aplicaban sobre Verstappen por saltarse la curva. Al final, todo quedó en que, en la tercera salida del día, Ocón saldría primero, Hamilton segundo y Verstappen tercero.
Tercera salida... y el que moja oreja ajena esta vez es Verstappen, que adelanta de una tacada a Ocón y Hamilton, y se pone primero. El británico no tarda en deshacerse del compañero de Fernando Alonso, y comienza una larga persecución de Verstappen, que se benefició de calzar en esta tercera salida gomas medias frente a las duras de Hamilton. Quedaban 35 vueltas, y todo estaba supeditado a que el británico fuera capaz de cazar al neerlandés, ya bien por ser más rápido, o porque los neumáticos del Red Bull no aguantaran.
¿Y creen que aquí se acabaron los incidentes? Por supuesto que no. Cuando se acercaban las últimas vueltas, Hamilton se empleó a fondo, porque no podía permitir que Verstappen ganase en Arabia Saudí. Y, fruto quizá de que las ruedas del neerlandés empezaban a flaquear, Hamilton le pasó en la recta... pero Verstappen volvió a saltarse la primera curva, volviendo a liderar la carrera de forma ventajista.
Pero aún hay más. Dirección de carrera comunicó a Verstappen que debía devolver la posición a Hamilton... y así parecía que lo estaba haciendo en plena recta principal. Pero de repente, justo cuando Hamilton empezaba a adelantarle... el de Red Bull, sorprendentemente, frenó casi en seco, provocando un toque entre los dos monoplazas, a consecuencia del cual el alerón de Hamilton quedó dañado. Y encima, Verstappen no cedió la posición, y siguió en cabeza.
La histeria se adueñó del circuito, con mensajes muy subidos de tono entre dirección de carrera y los responsables de Red Bull y de Mercedes. Planeaba la sombra de una sanción a Verstappen, que al final llegó... en forma de cinco segundos de penalización, además de recordarle que tenía que devolver la posición a Hamilton. Pero, no contento con ello, Verstappen volvió a comportarse como el niñato que parece que es, porque sí le cedió la posición a Hamilton... durante medio segundo, porque nada más sobrepasarle el británico, volvió a adelantarle, cuando la reglamentación dice que hay que dejarle al menos una curva antes de volver a atacarle.
Como sería la cosa, que hasta tuvieron que reñir a Verstappen desde su propio equipo. Y total, para que al final tuviera que volver a ceder el liderato, por tercera vez en la carrera, y terminar al final segundo, detrás de un Hamilton que no dejaba de expresar su desconcierto por la conducta temeraria, inmadura y peligrosa de Verstappen.
Por lo tanto, y a falta de que a Verstappen le puedan caer todavía más sanciones, el Mundial está más que emocionante, con Verstappen y Hamilton empatados a 369,5 puntos, si bien el de Red Bull parte con ventaja, pues ha ganado más carreras. La semana hasta el Gran Premio de Abu Dabi va a estar más que tensa.
Sainz, octavo; Alonso, decimotercero
Carlos Sainz terminó haciendo una gran carrera que enmendó en parte su fallo y su accidente en la clasificación. El madrileño salía decimoquinto, pero poco a poco, y siempre saliendo bien de los follones, terminó octavo, justo por detrás de su gran rival: su compañero en Ferrari, Charles Leclerc.
Y Fernando Alonso, por su parte, no tuvo sin duda su mejor fin de semana. Tras ser tercero en Catar, no pudo entrar en la Q3 el sábado, partió decimotercero en parrilla y terminó, con tanto abandono, duodécimo. Su compañero de equipo, Esteban Ocón, estuvo muy brillante, pues ya hemos dicho que lideró la tercera parrilla del Gran Premio, y solo en el último suspiro perdió el podio, al ser adelantado por el Mercedes de Valtteri Bottas justo sobre la línea de meta.