Diversificación. Esa es la palabra que ha caracterizado a muchas de las grandes marcas japonesas ante el avance incesante de la tecnología. Fabricantes como Honda, Toyota, Toshiba o Mitsubishi se están adelantando al futuro con el objetivo de sobrevivir a los nuevos cambios de tendencia de los mercados.
Hace unos días, el CEO de Honda, Toshihiro Mibe, confesó que el futuro de la marca no estará asociada a la venta de coches privados. "Honda ya no será una compañía automovilística dentro de 20 años", dijo en una entrevista a Automotive News. Para el directivo nipón, la marca se encuentra dentro de una fase de revolución interna que mutará a nuevos negocios. Aunque sí seguirán fabricando motocicletas, más rentables y que además no suelen usar semiconductores y en su mayoría son inmunes a la escasez de suministros.
Hasta el momento, el plan de futuro de Honda no ha sido desvelado pero, según Mibe, algunas de sus nuevas áreas a explorar podrían estar relacionadas, aparte de los coches eléctricos, con el negocio aeroespacial y el sector de las telecomunicaciones. Para muchas marcas, el modelo de negocio de la automoción no será el coche privado, como en la actualidad, sino los servicios de movilidad sostenible, como coches en régimen de suscripción, patinetes y bicicletas eléctricas.
Otra de las marcas que ha virado el rumbo de su negocio ha sido Toyota. Sin abandonar a su posición de primer fabricante mundial de automóviles, con unos ingresos cercanos a los 249.500 millones de dólares, y sin variar el rumbo de la electrificación de sus marcas, los planes de futuro de la marca nipona pasan por convertirse en un suministrador de servicios de movilidad en Europa. Además, prevé consolidarse en la fabricación de los coches voladores, con una inversión confirmada de 40.000 millones de dólares, y cohetes enfocados en la industria espacial.
El fabricante Mitsubishi, controlado por el grupo Nissan formando parte de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, continua fabricando coches, aunque sus principales ingresos llegan del mundo de la energía y explotación de recursos naturales. Además, como muchos fabricantes, orienta su negocio a otros sectores como yacimientos de gas natural o granjas solares, y también está presente en la industria agroalimentaria.
Toshiba es un ejemplo más claro, ya que hasta hace poco dejó de vender ordenadores portátiles y equipos de música para centrarse en la fabricación de semiconductores y centrales eólicas. "Después de mucha discusión, llegamos a la conclusión de que esta reorganización estratégica era la mejor opción", dijo el presidente ejecutivo, Satoshi Tsunakawa, en una conferencia de prensa.
El posicionamiento de la movilidad sostenible
En el caso de España, son varios los factores que estarían relacionados un cambio de tendencia en la automoción en un futuro no muy lejano. Cada vez es más frecuente ver cómo los jóvenes pasan de sacarse el carné de conducir. En 2017 se registraron un total de 358.282 permisos nuevos, mientras que esta cifra ha bajado a 283.606 en el año 2020, según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT). Sin duda, una tendencia (74.676 documentos menos) que va aumentando con el paso de los años.
Los jóvenes optan cada vez más por otras modalidades alternativas al coche, como los autobuses, motocicletas, cercanías, metros, VTC o taxis. Pero la opción preferida por los millennials está en los patinetes o bicicletas eléctricos. Además, las generaciones más jóvenes le dan más importancia al precio de compra, mantenimiento del coche y al coste de sacarse el carné frente a las generaciones más mayores. También a la pérdida de tiempo que implica buscar aparcamiento (96 horas al año de media), el gasto que puede suponer utilizar un parking y las restricciones al vehículo privado en ciertas zonas de una ciudad.