
Los mayores planes de pensiones españoles de renta variable tienen como vocación inversora a Europa, lo que significa una diferencia para bien o para mal de siete puntos porcentuales de rentabilidad anualizada a diez años respecto a los que se centran en la bolsa norteamericana.
Los ahorradores españoles confian mayoritariamente su dinero destinado a la jubilación en la evolución de los mercados europeos. De los 24 grandes planes de pensiones de renta variable –aquellos que cuentan con un patrimonio superior a los cien millones de euros–, 14 están enfocados en valores bursátiles del Viejo Continente, siete tienen una vocación global y solo 3 se centran en la bolsa de Estatos Unidos, según los datos de Morningstar.
Esto significa que los ahorradores se han perdido la subida de Wall Street de los últimos diez años, con una fuerte implicación en la revalorización de su dinero: mientras que los planes de bolsa europea han ofrecido una media de rentabilidad anualizada a diez años del 6,26%, los planes de bolsa norteamericana han más que duplicado este porcentaje, proporcionando un 13,72%. Y si hubieran invertido en planes de bolsa con vocación global, el rendimiento también habría sido superior, al obtener un 9,68% de media, con datos de Morningstar a 31 de marzo para poder incluir a todos los planes de esta categoría.
Si se amplía el foco al conjunto de planes de bolsa, independientemente de su volumen patrimonial, el sesgo de Europa sigue estando presente de manera abultada, con 96 de los 174 planes focalizados en el Viejo Continente, seguidos por los fondos globales, con 65 productos y los de bolsa de EEUU, con 13 planes.
Estos resultados muestran la importancia del sesgo geográfico de los ahorradores a la hora de invertir y obtener una revalorización adecuada de sus planes de pensiones a largo plazo.
De hecho y pese a este componente de horizonte temporal más amplio y con un objetivo más concreto, los españoles se decantan por la renta fija a la hora de invertir. De los 1.196 planes de pensiones a su disposición, solamente el 14% son de renta variable, según datos de Inverco. Y en el conjunto de las carteras el peso de la renta variable ha ido disminuyendo, pasando del 33,6% de 2017 al 32,4% del año pasado. La edad tardía con que empiezan los españoles a plantearse su jubilación explica este sesgo más conservador a la hora de elegir un producto u otro.