
General Electric no levanta cabeza. La histórica compañía eléctrica estadounidense se desplomó este lunes en el NYSE después de que JP Morgan haya dado a los inversores la recomendación de 'vender', al estimar que las acciones caerán un 50% en los próximos 12 años.
Como consecuencia, los títulos de la compañía se han llegado a dejar un 8,5% hacia la media sesión del lunes, hasta los 9,15 dólares por título, cuando cerró el pasado viernes a 10,01 dólares por acción. El descenso le ha llevado a estar por debajo de su media móvil de los últimos 50 días, lo que muchos expertos consideran como una señal de tendencia bajista a corto plazo. Pero en la segunda mitad de la sesión logró recuperar parte de lo perdido para cerrar con una caída del 5% hasta los 9,51 dólares.
JP Morgan concede un precio objetivo por acción de 5 dólares a la compañía en los próximos 12 meses. Es un cambio de postura con respecto a lo que el mismo analista, Stephen Tusa, consideró hace cuatro meses, cuando mejoró la recomendación de la eléctrica.
"Creemos que muchos inversores están subestimando la severidad de los retos y minimizando los riesgos en GE, mientras sobreestiman el valor de las pequeñas ventajas", escribió Tusa en una información para los clientes.
Aún desconociendo si se cumplirán las expectativas de Tusa, sí es cierto que los inversores parecen apoyar la estrategia del nuevo CEO, Larry Culp. En este sentido, la compañía ha crecido un 30% en lo que va de año, desde los 7,7 dólares por acción. Todo ello a pesar de un horrible 2018 que le forzó a dejar de ser un componente del Dow Jones de Industriales en el mes de junio.