
Desde que Donald Trump agitó al mundo el año pasado con la subida de los aranceles al aluminio y al acero, el sector ha pagado en bolsa la incertidumbre generada al respecto desde la Casa Blanca. Sin embargo, parece que de cara a 2019 se ve algo de luz al final del túnel y compañías como la noruega Norsk Hydro podrían recuperar gran parte de su actividad. Pero cuidado, el riesgo de que el mercado se inunde de alumino acecha. | Todo sobre el índice Eco30: qué es y quién lo compone
Los títulos de Norsk Hydro han repuntado este martes un 2,4%, hasta alcanzar el precio de las 36,9 coronas noruegas, después de subir otro 3% el lunes, como reacción a las buenas noticias para la industria que llegaban de las previsiones del conglomerado siderúrgico alemán Salzgitter. Su consejero delegado ve los precios del acero al alza en 2019 y ha revelado que la compañía que dirige ha empezado el año con buen pie, según declaraciones recogidas por Bloomberg.
Las buenas vibraciones de la firma alemana han alcanzado a todo el sector, aunque Norsk Hydro, valor que forma parte del índice Eco30, también tenía razones propias para el optimismo bursátil este martes.
Si algo nos ha enseñado la era digital, es que cualquiera puede ser víctima de un ciberataque, como le pasó hace unos días a la compañía noruega cuando un grupo de piratas informáticos paralizó la actividad de la empresa y pidió un rescate a cambio de poner fin al bloqueo digital al que la había sometido. Desde Hydro han asegurado hoy que han progresado durante el fin de semana y están cerca de recuperar su actividad habitual.
Así, la empresa escandinava ha conseguido recortar las pérdidas que acumula en el año y, gracias a las últimas subidas, ahora están cerca del 6%. La acción tocó mínimos anuales en marzo y desde entonces se ha revalorizado un 10%.
Las claves de los beneficios futuros
Norsk Hydro terminó 2018 con un beneficio neto de 443 millones de euros, que se incrementará un 74% en los próximos tres años, hasta superar los 770 millones en 2021, según cifras del consenso de mercado que recoge FactSet. A su vez, en el mismo periodo, la deuda neta de la compañía disminuirá alrededor de un 42% y podría rondar los 500 millones de euros al final del trienio.
En esto tiene mucho que ver la reanudación de su actividad en la planta de Alunorte que posee en Brasil, y que el año pasado fue obligada a reducir sus operaciones a la mitad por un embargo del Gobierno de Brasilia.
Pero la puesta en marcha de esta factoría de aluminio, que le servirá para abastecer a Estados Unidos y Alemania -los principales lugares de procedencia de sus ingresos-, podría coincidir con una inundación de aluminio en el mercado de los metales, que llevará a "fluctuaciones de corto plazo más amplias en el precio [del aluminio] en 2019", como advierte la analista Eily Ong, de Bloomberg Intelligence.
"Un cóctel letal de acontecimientos tiene la culpa, incluyendo la retirada de las sanciones [estadounidenses] a Rusal [el segundo mayor fabricante de aluminio del mundo], la posible vuelta a pleno rendimiento de Alunorte, los aranceles estadounidenses, la limpieza medioambiental en China (en especial, durante los recortes de la producción en invierno) y el fin de la moratoria sobre la bauxita en Malasia a finales de marzo", explica la experta.
Si bien el caso de Alunorte y la retirada de sanciones a Rusal podría aumentar los riesgos de exceso de oferta en el mercado, el hecho de que China, el mayor productor y consumidor de aluminio del mundo, se tome en serio la disminución de la contaminación durante el invierno podría hacer que se funda un 30% menos de metales no ferrosos, como el aluminio, lo que podría reducir la oferta y aumentar los precios.
No obstante, aunque esto sucediese y beneficiase en forma de mayores ingresos a firmas como Alcoa, Norsk Hydro, Rusal, Rio Tinto o China Hongqiao, "el coste más elevado de materias primas desde la soda cáustica al petróleo podría añadir presión a la expansión de los márgenes [de estas compañías]", concluye Eily Ong.
Norsk Hydro recuperó hace unos días el consejo de comprar que le otorga el consenso del mercado, tras un breve periodo con recomendación de mantener. Un 62% de los 21 expertos que la siguen aconseja adquirir sus títulos frente al 90,5% de los 21 analistas que lo hacía en octubre.
Uno de sus mayores atractivos es que la rentabilidad de su dividendo es estable y se prevé del 3,46% en 2019. Sin embargo, en cuanto a sus beneficios, éstos se compran ligeramente más caros que los de sus comparables. El multiplicador de beneficios estimado en 2019 es de 16,6 veces frente a la media de 11,3 veces del sector, del que también forman parte ArcelorMittal, Evraz y Nippon Steel.