
El primer trimestre ha terminado con subidas importantes para las bolsas europeas y americanas comparado a cómo despidieron 2018. Sin embargo, es probable que estas alzas aún dejen un sabor agridulce para los inversores del Viejo Continente, ya que las subidas de doble dígito del EuroStoxx 50 aún no son suficientes para borrar los números rojos con los que se saldó el año pasado.
En concreto, el principal índice de la eurozona se anota desde enero cerca de un 12 por ciento hasta la zona de los 3.352 puntos, y aún tiene un recorrido del 4,5 por ciento hasta los 3.504 puntos en los que arrancó 2018.
El panorama para el Ibex es aún más desalentador ya que, una vez más, se queda rezagado de sus homólogos europeos y la subida del 8,2 por ciento que lleva en el año aún le deja a casi un 9 por ciento de los 10.044 puntos en los que inició el año pasado.
De hecho, la bolsa española ha abierto un diferencial con Europa de 3 puntos porcentuales en el trimestre lastrado, principalmente, por la banca. El giro que ha dado el Banco Central Europeo (BCE) en su política monetaria en las últimas semanas y la extensión por dos años de la ronda de liquidez para los bancos (TLTRO) ha jugado en contra de estos valores. La brecha se amplía a 4 puntos desde febrero, mes en el que la incertidumbre política entró en escena después de que el PSOE no fuese capaz de sacar adelante sus presupuestos y convocó elecciones generales para el próximo 28 de abril. El índice nacional es el único del continente que despide marzo en negativo tras dejarse un 0,40 por ciento y el que menos sube en los últimos cinco días, un 0,44 por ciento.
Algo distinta es la situación al otro lado del Atlántico, donde el S&P se anota un ascenso de casi el 13 por ciento en lo que va de año con datos a media sesión, lo que le sitúa un 21 por ciento por encima del precio en el que inició 2018 y apenas necesitaría un alza del 3,6 por ciento para volver a tocar máximos históricos. En el caso del Nasdaq 100 la revalorización en el primer trimestre alcanza el 17 por ciento. Aquel que invirtiese en el índice tecnológico al arrancar 2018 ganaría ahora un 38 por ciento y se queda apenas un 4 por ciento por debajo de los máximos históricos.
Ganadores y perdedores
Por industrias, la distribución europea es la más alcista del continente con un avance del 20 por ciento, seguido del sector de recurso básicos, que sube un 19 por ciento. Una situación que contrasta con la de las telecos, que sólo avanzan algo más de un 1 por ciento.
En el parqué español, Acciona es la firma que más avanza en el año, un 34 por ciento, seguida de Siemens Gamesa que repunta un 33,4 por ciento, y Cellnex, que en marzo ha llevado a cabo su ampliación de capital y en el último ha levantado más de 2.000 millones de valor en bolsa tras subir un 22 por ciento en este periodo.
En el lado opuesto, CaixaBank, Sabadell e IAG son los valores que más retroceden en el año, con pérdidas anuales entre el 11 y el 14 por ciento. No obstante, la compañía más bajista este mes es Ence, que se deja un 21,6 por ciento en bolsa por la incertidumbre que genera el posible cierre de su planta de Pontevedra y que representa un tercio de su ebitda.
La renta fija
A las compras en renta variable se han unido las de la renta fija, que ha seguido dando alegrías al inversor a medida que los inversores han ido desechando la posibilidad de que los bancos centrales puedan ajustar sus políticas monetarias este año. En concreto, el interés del bono alemán a 10 años se sitúa en terreno negativo después de ceder en 31 puntos básicos en el año. Mientras, la rentabilidad de la deuda española cae en 30 puntos básicos, hasta el 1,097 por ciento.
Al otro lado del Atlántico, el T-Note americano se sitúa en niveles de 2017, al situarse su rendimiento en el 2,412 por ciento, 27puntos básicos menos que al inicio de 2019.
Por su parte, el petróleo se apunta una subida del 27 por ciento en el trimestre y el barril de Brent europeo se acerca a la zona de los 68 dólares, en máximos del año.