Bolsa, mercados y cotizaciones

Draghi, China y el empleo de EEUU escriben el epitafio del rebote de la bolsa

  • La rentabilidad del bono español a 10 años retrocede hasta el 1,05%

El fuerte rebote que nació en los mínimos de diciembre del pasado año parece haber llegado a su fin. Un BCE más pesimista de lo esperado -lo que ha puesto a la banca contra la pared-, el desplome del 20,7 por ciento en el comercio exterior chino y un dato de empleo mucho peor de lo previsto han frenado en seco a las bolsas mundiales, que se han mostrado incapaces de batir resistencias y ahora tienen visos de acercarse a un escenario de corrección.

"Para hablar de una corrección habría que ver la cesión de los mínimos de la semana pasada -en 3.260 puntos del EuroStoxx-, pero el giro a la baja de Wall Street desde los 2.815 puntos refuerza este escenario. Sin la continuidad alcista de EEUU hacia sus máximos históricos es muy probable que estemos ante un techo en el rebote originado en los mínimos de Navidad y que las bolsas de forma generalizada se tomen un merecido descanso", apunta Carlos Almarza, analista de Ecotrader.

Al cierre de la sesión en Europa las bolsas del otro lado del Atlántico sufrían retrocesos algo inferiores al 1 por ciento, mientras en el Viejo Continente el Ibex 35 y el Mib italiano sufrían las mayores caídas, del 1,2 y el 1 por ciento, respectivamente. Mientras, el EuroStoxx cedía el 0,8 por ciento y el Cac y el Dax se dejaban un 0,7 por ciento y 0,5 por ciento, en cada caso. Eso sí, en la semana la renta variable estadounidense se llevaba la peor parte, con descensos cercanos al 3 por ciento. Mientras, el selectivo español cedía el 1,4 por ciento y el EuroStoxx un 0,9 por ciento.

"Las preocupaciones con respecto a la economía china se han unido a los temores sobre el crecimiento del BCE. Aunque la entidad anunció más liquidez para la banca, las previsiones de crecimiento fueron recortadas bruscamente y el sector financiero se ha visto bajo presión. Cada vez hay más preocupación de que los problemas económicos podrían suponer un nuevo reto para la banca. Además, la automoción también está en problemas, no solo por la debilidad del ciclo, también por la espada de Damocles que son los aranceles, que sigue colgando sobre Europa", explican Raiffesen.

Refugio en eléctricas y deuda

Ante un escenario que cada vez se antoja más complicado, los inversores corrieron a refugiarse en la deuda soberana y en las firmas más defensivas. Tras la reunión del BCE las eléctricas experimentaron un rebote del 1,8 por ciento mientras la banca sufría una caída del 5,1 por ciento entre el jueves y el viernes. Además, se sucedieron las compras de deuda soberana. En concreto, la rentabilidad del bono español a 10 años retrocedía hasta el 1,05 por ciento, situándose en mínimos no vistos desde finales del año 2016 y a apenas 17 puntos básicos del mínimo histórico del 0,88 por ciento. Por su parte, el interés del Bund retrocedía hasta el 0,07 por ciento, mínimos de octubre de 2016.

"El BCE ha anunciado más medidas expansivas e incluso prevé mantener los tipos en su nivel más bajo durante más tiempo. Esta política apoya nuestra visión de que el interés del bono en 2019 se moverá en lateral y hemos revisado a la baja nuestras propias previsiones de rentabilidad de la deuda para 2020", reflexionan desde Commerzbank.

Y es que el BCE ha anunciado que la subida de tipos no llegará antes de 2020, frente a la previsión anterior de verano de este año, lo que simplemente ha hecho que los inversores hayan dado otra patada para delante a la subida de tipos. "Los mercados parecen haberse centrado enteramente en las noticias negativas, con el timing de la primera subida de tipos desplazado hasta 2021. Diríamos que no ha sido el mejor día del BCE en términos de comunicación (...), pero lo que es importante es que la economía parece bien posicionada para sorprender al alza en la segunda mitad del año, por lo que los inversores tendrán que reconsiderar sus expectativas de subida de tipos y adelantarlas", señalan en Jefferies.

Sin una subida de tipos a la vista, el euro se depreciaba frente al dólar incluso llegando a intercambiarse por debajo de los 1,12 billetes verdes, situándose en mínimos de junio del año 2017. "Los movimientos del BCE sugieren que un segundo paso en la normalización monetaria (después del fin del QE) es una posibilidad muy distante. Esto implica que algo similar al rally de 2017 está fuera de la mesa y que cualquier cambio en el cambio euro dólar vendrá principalmente de la debilidad del segundo", explican los analistas de ING.

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