
Un año después del fallecimiento de Steve Jobs, Apple volvió a retribuir a los accionistas de la compañía en 2012 por medio del reparto de dividendos, tras 17 años sin hacerlo por la oposición de Jobs a estos incentivos al inversor.
Siete años después, la firma de la manzana mordida se convierte en la segunda empresa del mundo que destina una mayor cantidad de dinero al pago de dividendos.
Al menos, según un cálculo elaborado por la gestora Janus Henderson entre 1.200 empresas, que tiene en cuenta los dividendos distribuidos por las compañías de gran capitalización durante un periodo de cinco años.
Apple alcanzó la tercera posición entre las diez que mejor remuneran a sus accionistas en 2013, y revalidó el puesto en 2016, por detrás de Shell y Exxon Mobil, para situarse en segundo lugar en 2018 -justo en medio de las dos firmas petroleras-.
El pasado ejercicio, el fabricante del iPhone dedicó un 22,87% de su beneficio neto al pago de dividendos, una cantidad que ascendió a 11.447 millones de euros, según el consenso del mercado que recoge FactSet. A nivel general, los dividendos mundiales ascendieron a una cifra récord de 1,37 billones de dólares, un alza del 9,3%.
Para 2019, la parte de las ganancias que Apple destinará a la distribución de dividendos rondará el 27%, de acuerdo con las cifras de consenso de analistas, lo que supone que la compañía retribuirá al conjunto de sus accionistas con 12.403 millones de euros, de un beneficio neto previsto de 47.705 millones en total.
En lo que va de año, los títulos de Apple se revalorizan alrededor de un 8%, repuntan casi un 20% desde los mínimos de diciembre y cotizan a un 8% de su precio objetivo en los 178,7 dólares.
Optimistas en los pagos
"Las previsiones de beneficios empresariales han caído, dado que las perspectivas económicas mundiales se han revisado a la baja, si bien buena parte de los analistas sigue esperando que las empresas registren un crecimiento de los beneficios positivo en 2019", explica el equipo de investigadores de Janus Henderson.
Aun así, "los dividendos son mucho menos volátiles que los beneficios, por lo que nuestras perspectivas para los inversores centrados en la percepción de rentas son optimistas", recalcan.
En el año en curso todo apunta a que las empresas del mundo distribuirán a sus accionistas casi 700.000 millones más que hace diez años. "Nuestras previsiones de crecimiento subyacente de los dividendos se sitúan en un 5,1% en 2019, lo que se traduce en una expansión general del 3,3%", si el dólar estadounidense mantiene el tipo de cambio actual, puntualizan desde la firma británica de gestión de activos.