
Sorpresa en el mercado. Levi Strauss ha presentado la documentación para su regreso a bolsa, en concreto en el Nyse de EEUU. La icónica marca, que cotizaría bajo el ticker de LEVI, aspira a recaudar al menos 100 millones de dólares, cifra que podría sera mayor, ya que a menudo se pone un valor de partida para calcular las tasas. La operación, gestionada por Goldman Sachs y JP Morgan, podría producirse a lo largo del primer trimestre de este año.
La operación llega en un momento en que las minoristas se encuentran en una difícil tesitura ante el apocalipsis del retail. Además, la propia compañía ha perdido cuota de mercado ante el cambio de tendencia de los consumidores. Y es que últimamente, el público joven opta por ropa más barata y de otro estilo como los pantalones jogging (indumentaria deportiva).
En cualquier caso, el conocido fabricante de vaqueros está decidido a salir al mercado en busca de fondos para hacer adquisiciones u otras inversiones estratégicas, así como para cubrir los costes operativos. Según cálculos de la CNBC, la compañía podría rascar entre 600 y 800 millones de dólares y ampliar su presencia en mercados como China, India y Brasil.
El gigante asiático se trata aún de un mundo por explorar para la marca. Y es que, China representa en torno al 20% del mercado mundial de prendas de vestir, pero solo aporta el 3% de los ingresos de Levi Strauss.
Su pasado en el mercado
En sus 145 años, no se trata de la primera vez que Levi Strauss cotiza. En 1971, la compañía protagonizó la mayor OPI (oferta pública inicial) de la historia y con la que recaudó 50 millones de dólares. Puso acciones en el mercado, pero la familia Strauss siempre mantuvo una participación mayoritaria.
Sin embargo, no fue un buen momento para estar en la bolsa. Los beneficios de la compañía cayeron abruptamente y las acciones también perdieron valor. A través de una compra apalancada de 1.700 millones, los descendientes de Levi Strauss procedieron a sacarla de bolsa en 1984. En 1996, terminaron de cerrar el círculo al comprar las últimas acciones que estaban en manos de los empleados.
Pero las cosas lejos de mejorar fueron a peor. La empresa asumió miles de millones de dólares de deuda adicional justo en un momento en el que el sector se encontraba en plena transformación con la llegada de internet y el comercio electrónico, así como una competencia en aumento.
En manos de los Strauss
La empresa está actualmente en manos de los descendientes de la familia de Levi Strauss, el inmigrante alemán que se estableció en EEUU y fundó la empresa en 1853. Chip Bergh es su consejero delegado y presidente desde 2011. Antes de su aterrizaje, el directivo pasó cerca de tres décadas en Procter & Gamble.
La filial japonesa de la compañía, Levi Strauss KK cotiza en Tokio, y los bonos de la firma se comercializan en Nueva York. Por ello, informa de sus ganancias trimestrales a la SEC (el regulador bursátil de EEUU). Según las últimas cifras publicadas (las correspondientes a año fiscal 2018), Levi Strauss obtuvo unos ingresos de 5.600 millones de dólares, un 14% más que en el año anterior. América representó el 55% de estas ventas, mientras que Europa y Asia coparon el 29 y el 16%, respectivamente.
Los beneficios, por su parte, crecieron un 45%, hasta los 130 millones de dólares. La empresa también ha reducido su deuda a la mitad en los últimos dos años. La compañía diseña y vende ropa bajo las marcas Levi's, Dockers y Denizen. La firma opera cerca de 2.900 tiendas propias, pero sus prendas se venden en aproximadamente en 50.000 establecimientos minoristas en 110 países.
De producirse la salida a bolsa de Levi Strauss, la compañía tendrá que compartir protagonismo con otras que quieren dar el salto al parqué como Uber Technologies, Lyft, Pinterest y Airbnb.