
Son cuatro los factores comunes que tienen un impacto real en la tasa de fracasos en las fusiones corporativas, y uno de ellos es que "la intención del comprador sea desapalancar la compañía y ganar dinero con ella", explica Fabienne Cretin, Head of Merger Arbitrage (arbitraje de fusiones) de Candriam, que pone el intento de adquisición de Dia por parte de LetterOne como ejemplo de fusión "no estratégica" y que tiene más probabilidades de no llevarse a cabo.
Según las investigaciones de Cretin y Stephane Dieudonné, un 93% de las operaciones anunciadas tiene éxito, pero un 7% fracasa, y es ahí donde han querido buscar las causas del naufragio. De hecho, invertir en fusiones y adquisiciones una vez se ha comunicado de forma oficial es una de las particularidades del fondo que dirigen. "Ganas menos dinero, pero ganas más a menudo", señala la gestora de activos.
Hay otros tres factores que pueden hacer descarrilar un proceso de fusión. En primer lugar está la hostilidad de la operación, es decir, que no se obtenga el respaldo del consejo de administración de la compañía. Si este es el caso, existe un 31% de probabilidad de que fracase el acuerdo frente al 7% de media.
En segundo lugar, está el tamaño relativo de las firmas que participan en la unión corporativa: "el tamaño no importa", recalca Cretin, pero si hay una compañía "clave" y otra más pequeña puede existir el riesgo de que la operación no prospere a causa de una pelea por el sillón de mando, sostiene la analista, que cita como ejemplo el intento fallido de fusión entre Wolrdcom y Omnicom, dos gigantes de la comunicación pública en Estados Unidos."Surgen choques de egos, de confianza", puntualiza Cretin, quien revela que un 19% de las fusiones de este tipo fracasa.
Por último, la directora del fondo de Candriam señala las cuestiones que vulneran la competencia o antitrust como responsables de que falle un 18% de las fusiones y adquisiciones. "El riesgo es más elevado si la nacionalidad del comprador es china o rusa", explica Cretin, "así fue el año pasado, pero históricamente y estadísticamente, China no había tenido más riesgo que Alemania en este aspecto".
Las fusiones que están en el punto de mira
En las fusiones en las que ven más riesgo de fracaso, recomiendan invertir con cautela para no perder más de 30 puntos básicos de rentabilidad. Es el caso, por ejemplo, de la compra de Red Hat por IBM que se anunció a finales del año pasado y que sorprendió por el interés de la tecnológica en una firma líder en software de código abierto.
La fusión de Thales y Gemalto, que crearía un gigante de la ciberseguridad en Europa, es, en cambio, más probable que se lleve a buen puerto. "Estados Unidos dirá sí", asegura Fabienne Cretin, en referencia a la autorización del Departamento de Justicia sobre la fusión de estas dos compañías europeas. "Es sólo que en Estados Unidos quieren ver que vendes lo que dices que vas a vender", explica la analista sobre las condiciones impuestas a Thales para que se deshaga de parte de su negocio. Cretin apuesta que a finales de marzo la fusión estará resuelta.
Otro ejemplo, de entre las 52 posiciones que el fondo de arbitraje de fusiones tiene en cartera, es la compra de Celgene por parte de Bristol-Myers Squibb. La analista sostiene que tras la votación de los accionistas el próximo 22 de abril, el riesgo será inferior, pero, en todo caso, añade, "sólo pagarás por una probabilidad del 15% de que el acuerdo fracase".