
Un tercio de la negociación bursátil se genera en plataformas alternativas al mercado regulado oficial (BME), lo que dificulta la recaudación de la Tasa Tobin
Las fronteras para las operaciones bursátiles no existen en la Unión Europea. La compra de acciones de una cotizada española no tiene por qué realizarse a través del mercado regulado oficial, en este caso BME, desde que entró en vigor la primera versión de Mifid. De hecho, el intercambio de casi uno de cada tres euros se realiza en otras plataformas alternativas, muchas de las cuales nacieron precisamente en aquel momento. Este dato, aún mayor en algunas compañías del Ibex 35, podría seguir creciendo con la implantación de la conocida como Tasa Tobin, ya que, como defiende la industria y el propio Gobierno reconoce, incentiva una deslocalización en las operaciones.
En el último trimestre del año pasado, más del 40% del volumen negociado con los títulos de Amadeus, Grifols y Red Eléctrica se originó fuera de BME, según datos de LiquidMetrix recogidos por la gestora de la bolsa española. Fueron los valores del Ibex menos españoles -sin tener en cuenta a ArcelorMittal, que aunque se incluye en el Ibex, negocia más fuera al ser una empresa ubicada en Luxemburgo (ver gráfico)-. Les siguen Aena, Ferrovial y Bankia. Y, entre las blue chips, Repsol es la firma que menos se negoció en España; e Inditex, la que más. Sin embargo, aun en caso de que más de la mitad de la negociación estuviera fuera de España, la CNMV seguiría siendo el organismo supervisor, sin que las compañías pasaran a depender de una institución extranjera.
En general, la plataforma que sigue a BME como la más utilizada es Cboe CXE (perteneciente a la Chicago Board Options Exchange, en sus siglas en inglés), que da servicio en Europa. Se trata de un mercado denominado lit (o iluminado), idéntico al ofrecido por BME, en el que se intercambian órdenes de compra/venta de acciones de manera tradicional. En él es donde Amadeus movió el 21,32% de su negociación en el mes de diciembre; Grifols, el 18,26% y Red Eléctrica, el 19,83%.
Otros de los operadores que se llevan parte de la negociación de la bolsa española son el también europeo Cboe BXE; Turquoise, propiedad de la London Stock Exchange, o Aquis, de origen también británico. Todos ellos intercambian órdenes en abierto, al igual que BME.
La cuestión de fondo es que esta fragmentación supondrá una gran complejidad a la hora de recaudar la Tasa Tobin, por la que se gravarán con un 0,2% las operaciones con acciones en todas aquellas firmas con más de 1.000 millones de euros de capitalización.
El riesgo de no recaudar
Los ingresos que se ha marcado el Gobierno a recaudar con esta tasa a las transacciones financieras para cumplir con los Presupuestos ya los han cuestionado organismos como el Banco de España o la Airef. Y en la industria, los 850 millones de euros fijados se ven como un imposible, teniendo en cuenta, por un lado, que el desarrollo técnico e informático para la recogida de este gravamen, calcula BME, necesita de al menos 18 meses; y, por otro, porque precisamente este riesgo de una mayor deslocalización descuadraría aún más las cuentas.
"Las estimaciones de recaudación hechas sobre los volúmenes actuales pueden no ser ciertas si se produjera un descenso en la operativa. (...) No habrá problema en el caso de BME y las firmas españolas, pero no olvidemos que existen otras plataformas alternativas e intermediarios extranjeros que podrían ser una vía de elusión de la tasa", inciden desde Self Bank.