
Los decibelios de ruido de consolidación en el sector de las telecomunicaciones se han disparado durante las últimas semanas en España por el interés que Orange ha sido incapaz de tapar por comprar Euskaltel o cualquier otro operador que le permita crecer y ganar cuota de mercado.
Si la teleco vasca es una fija de las quinielas cada vez que suena música de adquisiciones, MásMóvil tampoco falta a la cita. Y Goldman Sachs ha elevado a un 30% la probabilidad de que al operador que dirige Meinrad Speinger le caiga una oferta pública de adquisición (opa).
La influyente firma de inversión asegura en un informe reciente que "MásMóvil podría ser objetivo de un comprador en un escenario de consolidación", al que el sector parece estar abocado en un contexto de estrechos márgenes de beneficio y de una elevada competencia entre los grandes actores (Telefónica, Vodafone y la propia Orange), en el que es obligado ofrecer paquetes integrados de telefonía, Internet y contenidos.
El principal atractivo de la compañía con sede en Alcobendas es que presenta la mayor previsión de incremento de beneficios -de un 47% para el ebitda (resultado bruto de explotación) entre 2020 y 2018- de toda la industria europea, tras haber realizado una serie de exitosas adquisiciones (Pepephone, Yoigo, LlamaYa, Lebara...) en los últimos años, que le han permitido protagonizar un espectacular crecimiento y le han consolidado como el cuarto actor en España. "Es la que está capturando la cuota de mercado de menor valor añadido, donde sigue robando clientes a los competidores y no para, de mo-mento", admite Juan Llona, gestor de Imantia Capital.
Además, pese a su agitada actividad corporativa, soporta un endeudamiento razonable, cercano a las dos veces, incluso sin excluir el bono convertible que está en manos de Providence, uno de sus principales accionistas. El importe de este instrumento es de 127 millones, siendo el precio de conversión 4,4 euros por cada acción, las cuales cotizan actualmente a 19 euros. "Han dado con la fórmula exacta en el nicho que querían explotar, siguen creciendo, nada les para y, recientemente, se quitó de en medio el convertible de ACS, el cual compró y era una situación que estaba lastrando su cotización", explica Juan Llona.
Teniendo en cuenta estos números, y tomando como ejemplo la adquisición de Jazztel por Orange en 2015, Goldman Sachs calcula que una oferta por el control de MásMóvil debería alcanzar los 32,5 euros por cada acción. Hasta esa valoración, los títulos de la teleco parten con un potencial alcista del 72%. Sin embargo, la firma de inversión solo asume un 30% de probabilidad para este escenario, por lo que a los 21,5 euros que le saca por fundamentales, solo le suma 3,5 euros, hasta los 25 euros en los que fija su precio objetivo y que implica un recorrido del 32%.