Dos terceras partes de la bolsa y la deuda de la región, controladas por residentes
Durante los últimos ejercicios, la bolsa de la eurozona ha ido agotando poco a poco la paciencia de los accionistas, que han visto como año tras año la renta variable de la región se quedaba rezagada con respecto a Estados Unidos. Ante este comportamiento, los inversores de EEUU han huido de la bolsa del Viejo Continente, lo que ha hecho que el porcentaje de acciones de la eurozona en manos de residentes supere el 66 por ciento, el nivel más alto desde la crisis de deuda periférica, según datos de Natixis.
Este movimiento también se ha producido en renta fija, en la que el 68 por ciento del papel está en manos de residentes, un porcentaje que se ha disparado desde la zona del 60 por ciento desde que el Banco Central Europeo (BCE) arrancó su programa de compra de activos.
"En 2018 hubo salidas de capital de inversores internacionales y el porcentaje de activos en manos de residentes incrementó en todos los países. Esto podría resultar en una menor eficiencia de los porfolios, un riesgo menor de ataques especulativos y una menor correlación entre los precios de los activos de distintos países", reflexionan desde Natixis.
Huida del inversor de EEUU
Independientemente de las consecuencias que pueda tener sobre el comportamiento del mercado, lo cierto es que el inversor de Estados Unidos ha salido en estampida de la eurozona 2018. Según datos de UBS, entre enero de 2017 y marzo de 2018 entraron 17.000 millones de dólares en ETFs de bolsa de EMEA (Europa, Medio Oriente y África) listados en EEUU y desde entonces las salidas han sido imparables, con retiradas de 20.000 millones que dejan el saldo de los últimos dos años en una espantada de 3.000 millones de dólares.
"Las entradas en bolsa de Estados Unidos rebotaron en 2018 de la mano de la fortaleza del dólar, mientras que Europa vio salidas a medida que el euro se debilitaba, lo que hace que la diferencia de flujos entre ambas regiones parezca extrema en términos históricos. Y, más recientemente, la mayor parte de las salidas procedían del otro lado del Atlántico, especialmente en diciembre", advierten en Barclays.
Desde Bernstein recuerdan que el Viejo Continente ha sufrido salidas de dinero en 43 de las últimas 44 semanas, lo que supone que en ese periodo han volado 93.000 millones de dólares, cerca del récord de 100.000 millones que huyeron en 2016. "En el último trimestre de 2018 se vivieron salidas de 32.000 millones de dólares, más intensas que los 16.500 millones que se fueron en el tercer trimestre y algo por debajo de los 35.000 millones del segundo. En las dos primeras semanas de 2019 los inversores han seguido recortando su exposición a Europa, pero el ritmo ha sido mucho más bajo y en la última semana apenas se han producido salidas por 50 millones", argumentan desde la casa de análisis.
Tras un 2018 desastroso, la bolsa de la eurozona sigue sin ser capaz de seguir a la de EEUU en 2019. El EuroStoxx 50 se anota un ascenso del entorno del 4 por ciento, frente al 6,5 por ciento que sube el S&P 500. Además, para el inversor en dólares la subida de Europa se rebaja al 3 por ciento, lo que dificulta que el Viejo Continente gane atractivo al otro lado del Atlántico.