Cuando miras las carteras de los nombres en mayúsculas de la gestión activa y, sobre todo, de las de valor te das cuentas de cómo están preparados para la que se nos viene encima frente a los índices. Las carteras de estos están compradas a precios que el mercado devolvería el precio de adquisición en ocho años, mientras que en el Ibex costaría entre doce o trece. Con un detalle importante, que es mucho más fácil que se produzcan recortes de las estimaciones de beneficios en el Ibex que en las compañías que compran los gestores activos.
La diferencia, además, entre pagar un PER de ocho veces o hacerlo entre 12 y 13 supone que en caso de estrés del mercado, las primeras caerán menos que las segundas, salvo en el caso de los puros value que sacarán los nervios de acero y comprarán las cosas que piensen que están baratas aunque los precios caigan a cuchillo.
Creo que es un buen ejercicio hacerse un 'excel' con los peres de los valores que tenemos en cartera como pulso de la tensión que podemos soportar en mercado. En un escenario positivo, en el que la desaceleración económica mundial tome la forma esperada de normalidad, y el mundo siga creciendo como lo ha hecho en las últimas décadas -a excepción del 2009-, no me costaría nada firmar que volvieramos a ver peres de 15 veces en el Ibex, lo que supondría una mejora del 25% sobre el nivel actual. Si el debate es que se avecina una recesión o Reino Unido o Italia tiran por el estercolero el proyecto europeo, el Ibex podría estresarse hasta peres de 9 veces, que dejarían caídas del 25% (aunque este número habría que ajustarlo a la caída del beneficio). En el caso de Italia -el mayor problema- confío en que la tensión de los mercados de deuda lleve a la racionalidad al Gobierno. Y lo que me cuesta ver más ahora es como se produce el Brexit en el callejón de un parlamento británico que no tiene apoyos suficientes ni para sacar ni tumbar el plan de May. Y una de las dos cosas tiene que pasar.
Tanto en el escenario de ponernos en lo peor como en lo mejor, hay un sector que ya está especialmente vacunado, y creo que lo hará mejor que el índice: la banca. Cotizando entre peres de 7 y 10,5 veces -sin incluir Bankinter-, ya ha descontado uno de los peores escenarios de cara a la subida de tipos y excesiva regulación. Para quienes no pensamos que la disrupción matará el sector, los precios están baratos -especialmente BBVA-. Como dice el gestor que Dios puso en la tierra para explicar las enormes bondades de la banca en los años de crisis y convencerte de que los tienes que comprar todos, José Ramón Iturriaga, "lo bueno es que cuando se imponga la razón te pille dentro".