Bolsa, mercados y cotizaciones

La tribulación en la banca vale para hacer mudanza

Siempre hemos escuchado que en tiempos de tribulación no hacer mudanza. Pero la reflexión de San Ignacio de Loyola es para salvar el partido que todavía se pueden empatar. Cuando la temporada ya está perdida, y hay que pensar en la que viene, se puede cambiar al entrenador.

Esto es lo que ha pasado esta semana en los dos grandes bancos, Santander y BBVA. Ambos están castigados por el mal comportamiento de las divisas emergentes y la ausencia alguna de expectativas de subida de tipos en Europa... El escenario es tan frustante para el sector que esta semana un compañero, que estaba poniéndose en nivel de cum laude de información financiera, que es inversamente proporcional a lo que entiende la gente, quería poner en un titular que la banca europea cotiza como si el bono alemán estuviese todavía en el cero por ciento.

Ante este panorama, Banco Santander y BBVA se han tatuado lo de el dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional. Y como hay que pensar en el futuro, es hora de que un nuevo técnico coja el timón. La sorpresa ha sido Santander. Desde el banco reconocen que hace dos semanas no se sabía la llegada del italiano Andrea Orcel. Todo se desencadenó con el anuncio en junio de que Rodrigo Echenique dejaba su posición ejecutiva del banco. A partir de ese momento se decide que su sustitución natural es el hasta ahora consejero delegado del banco, José Antonio Álvarez -que se convierte en el número dos para el consejo de administración-, y que de de cara a la presentación del nuevo plan estratégico -que no será hasta después de los resultados de 2018- llegue un número dos para el día a día del banco, que es Orcel.

Se da la circunstancia de que en el revuelo que vive el Santander para este trimestre -elecciones en Brasil en octubre, y debate sobre si el Brexit acaba en Brexon-, ya anunció que ha adelantado su plan estratégico en Brasil -su principal mercado- con medio año de antelación, pero no da ninguna proyección hacia adelante. Le corresponde a Orcel, que, por simplificar, se quedará con la parte internacional, mientras que Álvarez tendrá España y la procelosa integración de Popular.

Y mientras Santander ha dado la sorpresa pero ha despejado la X y la Y del problema, BBVA sigue con su plan de ruta, que acaba a fin de año. Ha resuelto la incógnita mayor, Carlos Torres será el sustituto de Francisco González, que siempre dijo que su sucesor ya estaba en el banco antes del nombramiento de nuevos consejeros. ¡Ninguna sorpresa! Ahora queda resolver quién ocupara el puesto de consejero delegado. ¿Traerá un vigía para el barco de la banca de inversión, como Santander ha hecho fichando un UBS? El castigo sufrido internacionalmente por BBVA por Turquía no es mayor que el del Santander por Brasil. El azul cotiza con descuento del 21 por ciento respecto a su valor en libros, frente al 26 por ciento de los rojos.

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