Bolsa, mercados y cotizaciones

Los directivos de EEUU venden acciones de sus compañías a su mayor ritmo en 10 años

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Los principales ejecutivos de las cotizadas estadounidenses están vendiendo acciones propias en sus respectivas compañías a un ritmo no visto, al menos, en la última década. En los últimos compases de septiembre, la desinversión por parte de los directivos estadounidenses alcanza ya los 5.700 millones de dólares, según datos publicados por TrimTabs Investment Research, algo no visto en los últimos 10 años.

Durante el mes de agosto, esta cifra alcanzó los 10.300 millones de dólares, también niveles no vistos en más de una década. Esta situación coincide con el impulso que las recompras de títulos propios están teniendo en la renta variable estadounidense. Según TrimTabs, las compañías patrias han anunciado al menos que absorberán al menos 827.000 millones de dólares en títulos propios, mientras que los cálculos de Goldman Sachs apuntan que se podría superar incluso el billón de dólares.

Según explica David Santschi, director de análisis de TrimTabs, "muchos directivos han atribuido fondos a las recompras de acciones, no porque las acciones sean baratas sino para impulsar el precio de estas".

Según la regulación de la Comisión de Mercados y Valores de EEUU (SEC, por sus siglas en inglés) sólo los principales directivos, así como los inversores con una participación mayor al 10% del accionariado están obligados a informar sobre la venta de acciones de las compañías en las que trabajan. El resto de los empleados, que no formen parte de la cúpula directiva no se incluyen en las cifras dadas a conocer por TrimTabs.

De hecho, el pasado junio, Robert Jackson, un alto funcionario de la SEC, sacó los colores a los consejeros delegados que autorizaron recompras de acciones en las empresas en las que trabajan, pero aprovecharon para vender parte de sus participaciones durante el periodo de dichas operaciones.

"Esto no es necesariamente abuso de información privilegiada o fraude. Pero es preocupante porque cuando un ejecutivo hace una recompra de acciones, sugiriendo que el mercado es barato", señaló Jackson preguntándose por qué si las acciones son baratas, los directivos venden tras anunciar recompras.

En un informe, David Kostin, estratega jefe de Goldman Sachs, y su equipo señalan como por primera vez en los últimos 10 años, la comilona de títulos propios emprendida por los componentes del S&P 500 supone el mayor porcentaje en lo que al uso de su caja se refiere.

En estos menesteres, una decena de valores, encabezados por Apple, pero donde también se incluyen Cisco, Oracle o Facebook, por mencionar algunos, concentran el 78% del crecimiento agregado en la recompra de acciones dentro del S&P 500 en la primera mitad del año.

De hecho, la de Cupertino ha gastado alrededor de 45.000 millones de dólares en los primeros seis meses de 2018 en engullir sus propias acciones, lo que supone el 24% de las recompras totales llevadas a cabo por los valores que componen el S&P 500. El fabricante del iPhone, que en agosto sobrepasó una capitalización de mercado del billón de dólares, casi ha triplicado sus recompras cuando se comparan estas cifras con las registradas el año pasado en el mismo periodo de tiempo.

"Desde el 2000, la rentabilidad del S&P 500 durante periodos de apagón y posibilidad de recomprar acciones no ha mostrado diferencias significativas pero la volatilidad ha experimentado un repunte", señala Kostin, quien explica que como el flujo de caja generado por los componentes del S&P 500 aumentó un 35% en la primera mitad del año hasta los 917.000 millones de dólares. Esta situación ha generado un dilema para muchos directores financieros sobre cómo usar dicho efectivo.

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