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CaixaBank adelgaza en beneficio y riesgo

La entidad catalana venderá su participación en Repsol, un movimiento en línea con su estrategia para simplifcar el grupo. Tras la operación, la nueva CaixaBank tendrá menor beneficio, pero los analistas confían en que un menor perfil de riesgo le permita ser una buena opción para aquel que 'apueste' por la normalización monetaria del Banco Central Europeo

El jueves CaixaBank puso fecha al final de su relación con Repsol después de más de 20 años unidos. La entidad catalana colocará su participación del 9,4 por ciento en dos tramos. Con esta decisión, simplifica la estructura del grupo y reduce el capital consumido por sus participaciones industriales, una de las líneas de la estrategia del banco presidido por Gonzalo Górtazar.

Tras el anuncio, los títulos de la entidad han cedido un 3,6 por ciento y los de la petrolera un 2,4 por ciento, pero solo los analistas de KBW han rebajado su recomendación, hasta un mantener. El resto de expertos ha perseverado en su consejo y sigue siendo un comprar para el consenso, lo que la sitúa prácticamente igualada con Santander y Liberbank como las mejores opciones para aquel que confíe en el sector bancario español.

La venta implicará una minusvalía de 450 millones de euros -aunque tendrá impacto neutro en las ratios de capital-. El beneficio ajustado estimado para este año sufrirá un recorte del entorno del 3 por ciento, según RBC, pero el golpe se situará en los próximos ejercicios entre el 6 y el 8 por ciento. "Reducir la dependencia de las ganancias del banco de negocios que no son bancarios supone un beneficio cualitativo, ya que era un área que generaba desacuerdos para algunos inversores", explican desde el equipo de UBS.

Así las cosas, los analistas valoran positivamente la operación por la simplificación del grupo al tiempo que recuerdan que las ganancias procedentes de la participación ya eran miradas con recelo por el mercado. "Esperamos que los inversores sean capaces de ver más allá de la reducción del beneficio por acción dado los bajos múltiplos que se deberían aplicar ya a una fuente de ganancias como esta", apuntan en Jefferies. "Los multiplicadores a los que cotiza el banco no parecían apretados a pesar de haberlo hecho mejor que sus comparables en el año (...), lo que sugiere que el mercado ha decidido valorar a CaixaBank sin la contribución de Repsol", señalan en UBS.

El plan estratégico

A las puertas de finalizar su plan estratégico para el periodo 2015-2018, CaixaBank se apresuró a confirmar que, a pesar de la venta, cumplirá con su objetivo de lograr una rentabilidad sobre el capital tangible (ROTE) de entre el 9 y el 11 por ciento. Antes de la operación las estimaciones de los analistas situaban esta ratio en la parte más alta del rango y ahora siguen confiando en que cumpla. Desde Alantra esperan que se sitúe "en la parte media del rango" y en Jefferies señalan que "mantener el objetivo implica que hay unas perspectivas de ganancias robustas para el segundo semestre del año".

El resto de objetivos de la entidad pasan por un crecimiento de los ingresos netos de intereses de entre el 2 y el 3 por ciento -en línea con la expectativa del consenso de que aumente un 2,3 por ciento este año- y un ratio de capital CET1 de entre el 11 y el 12 por ciento, en contraste con una expectativa del 12,5 por ciento de los analistas. El banco ha anunciado que en noviembre mostrará al mercado su nueva hoja de ruta y en Alantra creen que este movimiento le permitirá aumentar la confianza de los inversores: "Es otro paso más en términos de mejorar la utilización del capital y permitirá al banco presentarse en el plan estratégico como una entidad limpia [aún controla el 5 por ciento de Telefónica] y centrada totalmente en el negocio Ibérico", aseveran. De cara al año 2020, las estimaciones de los analistas que han actualizado sus previsiones oscilan desde los 2.500 millones del más pesimista hasta los 2.800 millones de los más optimistas. Eso sí, en todos los casos estiman aumentos de las ganancias de doble dígito para el periodo. En términos de rentabilidad, se espera que entre 2019 y 2020 sea cuando logré superar el 10 por ciento de rentabilidad sobre el capital.

En lo que va de año, CaixaBank ha sido el banco con mejor comportamiento del Ibex 35, al anotarse una subida del 3,4 por ciento, frente a las caídas del resto de la industria -salvo Bankinter-. Este comportamiento se ha sostenido en una mejora de sus previsiones de ganancias -para el periodo 2018-2020 suben un 6,5 por ciento en los últimos 6 meses y un 2,4 por ciento en tres meses- y los expertos confían en que pueda seguir con las subidas. "Eliminar un factor de riesgo de su balance y la simplificación del supuesto de inversión debería justificar una reducción del coste del capital que se le aplique a partir de ahora", apuntan desde Jefferies. "Es nuestra opción preferida porque tiene una mejor exposición al crédito al consumo, la menor proporción entre el préstamo de las hipotecas respecto al valor de la inmueble, una buena diversificación del negocio y una división de seguros que seguirá haciéndolo mejor que sus comparables", señalan en RBC Capital Markets.

¿Mal 'timing'?

El único experto que ha empeorado su recomendación sobre la entidad coincide con sus colegas en valorar de manera positiva la operación, pero cree que el timing no ha sido el correcto. "Aunque creemos que es una buena decisión estratégica, el impacto en el beneficio será negativo. Con menos ganancias, rebajamos el precio objetivo hasta 4,4 euros y al tener un potencial inferior rebajamos la recomendación", explican desde KBW, donde estiman que ahora "será más difícil hacerlo mejor que el resto del sector hasta que mejoren las expectativas sobre las subidas de tipos".

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