
La industria de planes de pensiones en España no solo está concentrada por gestoras (las cinco primeras controlan el 65% de los 74.300 millones de euros que hay en planes de pensiones individuales), sino que también está muy concentrada en lo que a productos se refiere. Tanto que los 15 planes de pensiones más grandes del mercado (todos ellos en manos de bancos) que suponen el 1% de la oferta, atesoran el 30% de los activos que hay en estos productos.
"El plan de pensiones siempre ha sido un producto muy de campaña y se ha vendido sobre todo desde los bancos y estos datos demuestran dos cosas: por una parte que los bancos no se han esforzado en aumentar su oferta ante la falta de competencia que tienen; y lo segundo, que la gente compra planes solo por su ventaja fiscal y que lo hace en edades avanzadas ya que la mayoría de productos grandes son conservadores", apunta Ignacio Perea, director de inversiones de Tressis.
De hecho, entre los 15 planes de pensiones con mayor patrimonio no hay ninguno que invierta en bolsa y solo dos pertenecen a la categoría de mixtos moderados. No es de extrañar, por tanto, que ninguno figure entre los más rentables de los últimos 10 años donde son los productos de renta variable los que se llevan los mejores resultados. El problema es que ninguno de ellos ha conseguido tampoco ser la mejor opción dentro de sus categorías a largo plazo, que es como se debe analizar la rentabilidad de los planes de pensiones. De hecho, solo lo logra uno de ellos: CABK Crecimiento.
¿Por qué no se traspasan?
Con estos datos sobre la mesa, los expertos financieros recuerdan que, al igual que sucede con los fondos, los traspasos entre planes de pensiones también cuentan con la ventaja fiscal del diferimiento o, lo que es lo mismo, no se tributan cuando se movilizan sino solo cuando se rescatan. Sin embargo, lo cierto es que es poco el patrimonio en estos productos de ahorro a largo plazo que cambia de manos. En concreto, según los datos de Inverco al cierre de 2017 (últimos disponibles), el volumen movilizado en planes de pensiones fue de apenas un 19,8%, frente al 28,5% de volumen acumulado en traspasos que experimentó la industria de fondos de inversión.
"Los pocos traspasos que hay en pensiones demuestran que la gente solo compra planes de pensiones por su ventaja fiscal o por el regalo que se les da con la campaña comercial porque es el único producto financiero que cuenta con ventajas fiscales en el momento de la aportación, pero les da igual si el plan lo hace bien o lo hace mal", apunta Víctor Alvargonzález, socio fundador de Nexstep. "En España hay un síndrome de estocolmo bancario ya que lo que consiguen los bancos con los planes de pensiones son clientes cautivos", afirma Martín Huete, socio de Finizens.
Sin embargo, puede que esa dejadez del inversor con respecto a los planes de pensiones tenga las horas contadas por varias razones. La primera es la aprobación de los planes de pensiones paneuropeos que permitirán mover los derechos consolidados de un país a otro de la UE y puede abrir el mercado español a nuevos actores. La segunda está en las perspectivas que se manejan para la renta fija, que es donde invierten mayoritariamente la mayoría de los grandes planes de pensiones.
"La gente ha visto que su plan está con rentabilidad positiva a largo plazo gracias a que los últimos 30 años los tipos han ido a la baja pero de aquí a cinco años cualquier repunte de los bonos impactará negativamente en estos productos y ahí puede que muchos inversores se planteen el cambio", afirma Alvargonzález. De hecho, la alta apuesta por la renta fija y las altas comisiones en muchos casos ya provocan que los planes de renta fija pìerdan el doble que los fondos en 2018. Y la tercera, es la entrada en el mercado de los llamados robo advisor que trabajan con productos de gestión pasiva y de muy bajo coste.