
El selectivo subió un 0,11% y cerró en 9.268,40 puntos tras oscilar entre un máximo de 9.332,90 y un mínimo de 9.099,3 en una jornada que supone el cierre oficioso del año. Los inversores movieron 8.492 millones en todo el parqué, una cifra inflada por el último cuádruple vencimiento de 2008, factor que animó la recta final de la sesión y que borró las pérdidas que se arrastraron durante todo el día. Las brujas de fin de año vinieron coquetas y maquillaron la sesión permitiendo que el Ibex 35 subiera un 3,26% en el conjunto de la semana, lo que recorta las pérdidas anuales hasta el 39% a falta de cuatro sesiones para el cierre oficial del año.
Igual que nadie sabe si las hadas llevan botas, tampoco se sabe si el rebote desde los mínimos de noviembre es una alucinación de quien creyó verlo. En cualquier caso, 2009 está a la vuelta de la esquina y la situación económica es prácticamente inédita.
El Ibex 35 fue el único de los índices europeos que acabó al alza, ya que el Dax 30 alemán cedió un 1,26%, el CAC 40 francés perdió un 0,26% y el FTSE 100 británico se dejó otro 1,01%. Por su parte, el paneuropeo EuroStoxx 50 cayó un 0,34%. (Un vistazo al Ibex 35, al Eco 10 y al resto del mercado)
Una cuña amenazante
"Acaba una semana que destaca por el estrecho margen de fluctuación que hubo entre el mínimo y el máximo de la misma. Inferior al 5% en el caso del Ibex 35 y por debajo del 4% en índices como el Eurostoxx 50 o el Dax 30 alemán. Eso es noticia en una época de altísima volatilidad", señalaba desde Bolságora Joan Cabrero.
El experto apuntaba en Ecotrader que "la incapacidad de la presión compradora de superar al cierre los máximos de las últimas cuatro semanas en índices como el CAC 40, el DAX 30 y, por ende, del Eurostoxx 50". Y es que el Ibex 35 ha sido el único que ha logrado superar esas resistencias pero "de una forma tímida y dentro de una potencial figura de cuña ascendente, la cual, de confirmarse, tendría implicaciones bajistas".
Así las cosas, continuaba Cabrero, "nuevos máximos relativos ascendentes dentro de la subida, lejos de ser una señal de fortaleza, podrían ser el tramo final antes de que haya esta resolución bajista que podría habilitar la formación de un nuevo proceso bajista que lleve a los índices a la zona de mínimos anuales".
Para el analista de Bolságora, "es cuestión de sentido común pensar que esta forma de subir es demasiado tímida para pensar en un proceso de reestructuración alcista fiable".