Bolsa, mercados y cotizaciones

La inversión 'verde' se abre paso en el mercado de deuda

A pesar de que en un primer momento la bolsa fue el principal reclamo de inversión verde -con la creación de diversos índices que buscaban reproducir el comportamiento de la economía verde-, la renta fija le ha robado el protagonismo en los últimos años. El mercado de bonos verdes alcanzó el año pasado un tamaño del entorno de 160.000 millones de dólares después de registrar un crecimiento del 70%, pero todavía tiene mucho camino que recorrer.

Según los datos de Climate Bonds, en lo que va de año se han emitido 83.700 millones de dólares en estos bonos y Jesús Garrido, responsable de Debt Capital Markets en ING, calcula que este 2018 se alcanzarán como mínimo los 200.000 millones de dólares. "Si miras el volumen que representa el mercado de bonos verdes frente al global de renta fija sigue siendo entre un 2 y un 3%, con lo cual, aun creciendo al 50%, no llegarías a alcanzar una cuota del 10% hasta dentro de 3 o 4 años", incide Garrido. Una de las ventajas para las empresas que emiten estos productos es que, al haber menos oferta, las operaciones suelen estar más sobresuscritas que en las emisiones normales, lo que también redunda en beneficio del inversor: "Como la base inversora tiene menos opciones, el bono se comporta de manera menos volátil en el mercado secundario cuando hay episodios de ventas de renta fija", explica Garrido.

En el caso de España han sido varias las compañías que se han animado a emitir bonos verdes con gran protagonismo de las firmas energéticas. Iberdrola ha sido el principal emisor, con cerca de 7.400 millones de euros de este tipo de deuda. Mientras, Naturgy ha colocado 800 millones, Acciona otros 100 millones en un préstamo de BBVA y Repsol 500 millones, entre otras. La última firma del país en unirse a esta tendencia ha sido BBVA, que levantó 1.000 millones de euros en mayo en la mayor emisión de este tipo dentro del sector bancario de la eurozona.

En opinión de Garrido, España todavía se encuentra por detrás de los países pioneros en esta materia, pero cree que "el gap se irá cerrando" y considera que habría que mirar a esos mercados "para ver la tendencia que se ha seguido en sectores como el inmobiliario, ya que podría reproducirse en España".

La asignatura pendiente, en general, se encuentra en la deuda soberana. Algunos países europeos como Francia, Bélgica o Polonia ya se están financiando con deuda gubernamental verde o social. En España, la Comunidad de Madrid ya ha emitido varios bonos sociales, aunque el Tesoro aún no ha dado ese paso. Pero debería llegar. "La irrupción del Gobierno francés en 2017 ha sido un revulsivo para que otros emisores soberanos hayan anunciado su intención de emitir en un futuro próximo: Suecia, Bélgica, Indonesia, Irlanda, Austria, Italia, Kenya o India", señalan desde BBVA. "La emisión de bonos verdes soberanos se acelerará en los próximos años en la medida en la que los países muestren su compromiso con el Acuerdo de París", plantea Moody's en un informe, en el que recoge que son solo siete los emisores soberanos actuales desde que en diciembre de 2016 inauguró este mercado Polonia. Este papel público, dada su escasez -hay poco más de 25.000 millones de dólares emitidos según datos de Moody's-, es muy demandado por fondos que invierten en renta fija sostenible.

Fondos para el particular

Ésta es quizá la vía actual más sencilla para que un inversor particular pueda acceder al universo de deuda sostenible. Existen fondos cuyo objetivo es invertir solo en deuda que cumpla los criterios ESG (medioambiental, social y gobierno corporativo), y en muchos de estos productos las principales posiciones son bonos sociales gubernamentales o corporativos verdes. Es el caso de Mirova Global Green Bond Fund R/A (EUR), NN (L) Euro Green Bond P Cap EUR o Parvest Green Bond Classic EUR Acc. En estos tres productos el activo con más peso es deuda emitida por Francia, y en los dos últimos los bonos belgas también están entre las primeras posiciones. Las combinan con corporativo, donde figuran eléctricas como Enel o Iberdrola.

La deuda gubernamental polaca es la apuesta más fuerte de CS (Lux) Green Bond BH EUR, el fondo con mayor calificación por parte de Morningstar de los seleccionados, al contar con 4 estrellas. Este producto cuenta, entre otros, con bonos de Francia, y de firmas como Unibail-Rodamco, Enel o Apple. El gigante tecnológico se estrenó en el mercado de bonos verdes en 2016. Y es que EEUU intenta seguir la estela de Europa pese a que Trump decidió excluir al país del acuerdo de París.

El inversor dispone de otros fondos como Allianz Green Bond AT EUR, Amundi Impact Green Bond P C o JSS Sustainable Green Bd Glb P EUR acc (ver gráfico). Pero también hay ETFs. Lyxor sacó el primero en 2016: Lyxor Green Bond (DR)UCITS ETF. Y alguno más específico como Threadneedle (Lux)- European Social Bond Fund IE EUR, el primmer europeo centrado en tema social, aunque la inversión mínima son 100.000 euros.

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