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Naturgy liderará la retribución del sector con una rentabilidad del 7,5%

La antigua Gas Natural -ahora renombrada Naturgy- presentó su nuevo plan estratégico para el periodo 2018-2022 la pasada semana. A pesar de que el mercado ya había descontado una hoja de ruta positiva, la utility logró sorprender positivamente a los inversores. Desde la presentación sus títulos suben un 3% frente a la cotización plana de la industria o el 1% que cae el Ibex 35. Uno de los puntos que han sido recibidos de manera positiva por inversores y analistas es la nueva política de retribución, con la que se convertirá en la eléctrica española más generosa con sus accionistas. Ofrece una rentabilidad del 7,5% teniendo en cuenta la recompra de títulos y sus pagos con cargo a las cuentas de este año.

Naturgy se ha comprometido a elevar su dividendo de 2018 un 30% -hasta los 1,30 euros por acción-, con lo que ofrecería una rentabilidad del 5,7%. A esto habría que sumarle un buyback de 400 millones de euros -siempre y cuando no haya oportunidades inorgánicas- que aportaría un rendimiento adicional del 1,8%. De este modo, la política de retribución de la empresa rentaría un 7,5%, con lo que arrebataría a Endesa -con un 7%- el liderazgo por retribución de la industria en el país. En tercera posición se quedaría Enagás -con un 6,1%- y cuarta y quinta serían Red Eléctrica e Iberdrola, con un 5,6 y un 5,1%, respectivamente -ver gráfico-.

Las condiciones del 'buyback'

La variable clave para que la compañía se mantenga como líder por su política de retribución es que realice las recompras de acciones. Estas se llevarán a cabo solo en caso de que no se realicen inversiones inorgánicas y la compañía ha establecido un máximo de 2.000 millones para el periodo 2018-2022, con 400 millones al año. "Consideramos que el riesgo de que no se completen los buyback es bajo, ya que pensamos que las opciones para realizar adquisiciones son bastante bajas (...). Quedó claro que la estrategia implica maximizar el free cash flow generado con las operativas existentes", explican los analistas de Macquarie.

Para los siguientes años del plan estratégico, la compañía se ha comprometido a incrementar su dividendo a un ritmo del 5% cada año. En el último ejercicio de su hoja de ruta distribuiría 1,59 euros por acción, lo que rentaría un 7% en el precio actual. Con estos compromisos, la compañía distribuirá 6.900 millones de euros a los inversores a lo largo de 5 años en forma de dividendos, o lo que es lo mismo, el 31% de su capitalización. Si a esta cifra se le suman finalmente los 2.000 millones en recompras de acciones, el montante ascendería a 8.900 millones, lo que implicaría un rendimiento del 40%.

"Consideramos que el agresivo incremento en la remuneración al accionista en el nuevo plan es positivo. Refleja la influencia de accionistas financieros como CVC Capital y GIP y una aproximación más conservadora a las inversiones. Valoramos esto de manera positiva, ya que las oportunidades de crear valor no son muy grandes ni en infraestructuras ni en renovables debido a la elevada competencia", destacan los expertos de Morningstar.

En los últimos tiempos el accionariado de la firma ha sufrido un vuelco, lo que ha motivado este nuevo plan estratégico y un giro de timón en el gobierno de la compañía, con Isidro Fainé como presidente ejecutivo desde febrero. Repsol ha abandonado la gasista tras vender el 10% del capital a GIP y el 20% a CVC. Criteria ha reducido su participación al 24,4% tras colocar otro 10% a GIP. Así, este fondo pasa a controlar el 20% de Naturgy. Además, Rioja Bidco Shareholdings controla un 20,1% de la empresa. Esta sociedad está participada en un 75% por CVC y en un 25% por Corporación Financiera Alba, por lo que la primera controlaría un 15% de Naturgy y la segunda un 5,1%. "Pensamos que el nuevo presidente pone el foco en la simplicidad, la eficiencia y la disciplina inversora, con un claro objetivo de mejorar el retorno al accionista, algo que es muy bienvenido", señalan en JP Morgan.

Otros objetivos

Más allá de los objetivos de dividendo, la compañía se ha fijado como meta alcanzar un resultado neto de 1.800 millones en 2022 y un beneficio bruto de 5.000 millones. Aunque la visibilidad sobre las expectativas de los analistas para ese año es muy limitada, según los datos de Goldman, la meta de objetivo de ganancias netas y brutas están un 25 y un 4% por encima de la previsión del consenso. "Hay potencial al alza y a la baja para estos números. Las sorpresas positivas vendrían fundamentalmente de una renegociación positiva de la concesión del gasoducto entre Magreb y Europa, que está excluido de los objetivos de 2022. Sin embargo, pensamos que hay riesgos a la baja en el cumplimiento de los 500 millones del programa de eficiencias por la regulación y las divisas", señalan en RBC.

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