Bolsa, mercados y cotizaciones

El mercado pide a Gas Natural más dividendo y un beneficio histórico

  • Se prevé que eleve el suelo de sus pagos un 10% en su próximo plan
  • También se prevén mayores inversiones y actividad corporativa

Desde que a finales del mes de abril Gas Natural concretó la fecha de su próximo plan estratégico -lo presentará el 28 de junio y desgranará los objetivos de la empresa para el periodo 2018-2022-, el mercado ha descontado una hoja de ruta positiva, llevando a sus títulos a experimentar una subida de más del 4%, frente al 2% que cede el sector en la eurozona en el mismo periodo.

Este mejor comportamiento se hace aún más palpable si se estudia el comportamiento de la acción desde el nombramiento de Francisco Reynés como presidente ejecutivo de la compañía: desde entonces las acciones suben un 18%, batiendo a la industria en 13 puntos porcentuales. Así, analistas e inversores esperan el plan estratégico con altas expectativas. El consenso espera que entre 2020 y 2021 la compañía roce su beneficio histórico -de 1.490 millones de euros en 2015- y son muchos los expertos que descuentan en sus modelos una mejora de la retribución y o bien un buyback o bien un pago extraordinario. Fuentes de mercado explican a elEconomista que prevén, también, que Gas Natural revise su presencia en todos los países.

"Respaldamos que la nueva dirección presente un buen plan para los inversores y que utilizará de forma correcta la capacidad de su balance. En nuestras previsiones, descontamos la combinación de un mayor crecimiento de la inversión en bienes de capital (capex), un dividendo ligado a la generación de caja y un pago especial", explican desde RBC Capital Markets.

Desde la presentación del anterior plan estratégico, la compañía ha anunciado desinversiones por cerca de 2.800 millones de euros, como la venta del 20% de la distribución de gas en España, su participación en Colombia y su negocio en Italia -además de pequeñas operaciones en Moldavia o Kenia-. Con estas operaciones, los analistas creen que su ratio deuda/ebitda caería al entorno de las 2,5 veces en 2020 y a 2,2 veces al final de su plan estratégico, muy por debajo del nivel óptimo de 3 veces marcado en su anterior hoja de ruta.

En este contexto, los analistas especulan sobre las distintas posibilidades que tiene la empresa para utilizar este capital sobrante. De este modo, los analistas apuntan a la posibilidad de que la compañía aumente la inversión -tanto a nivel de redes como en negocios renovables- y eleve el suelo de su dividendo.

"En nuestras previsiones asumimos que la compañía gastará cerca de 4.700 millones de euros en operaciones corporativas, lo que mejorará el crecimiento a nivel de beneficio bruto pero que tendrá un impacto más reducido al principio en el resultado neto", señalan desde Goldman Sachs. El consenso estima que el beneficio bruto de la empresa crecerá a un ritmo del 7% anualizado desde 2017 a 2020, hasta rozar los 4.800 millones de euros.

Nueva política de retribución

Con su actual política de retribución, la compañía se ha comprometido a distribuir el 70% de su beneficio en forma de dividendo y ha fijado un suelo para sus pagos en 1 euro por título. Elevar, por tanto, un 10% ese suelo implicaría un pago mínimo de 1,1 euros por título, lo que supondría una rentabilidad por dividendo del 5%. "Pensamos que el nuevo presidente buscará distribuir un dividendo sostenible que represente una proporción más alta sobre el free cash flow que con la anterior directiva", explican en JP Morgan.

Con respecto al posible dividendo extraordinario, los analistas también elaboran sus cálculos sobre la capacidad que tiene para repartir capital a sus accionistas, si bien la cantidad dependerá en buena medida de los niveles de inversión que fije la empresa.

El equipo de análisis de Goldman Sachs estima que la compañía tiene capacidad para repartir un dividendo extraordinario de 2,9 euros por acción en 2020 -una rentabilidad de más del 13%- si decidiese llevar su apalancamiento a las 4 veces ebitda. Si no realizase ninguna operación corporativa calculan que tendría pulmón para distribuir 5,5 euros por acción, si bien los analistas no dan posibilidades a esta opción.

Por su parte, desde RBC Capital Markets calculan que la compañía tendría margen para desembolsar hasta 9.000 millones de euros en operaciones corporativas en el periodo 2019-2022. Alternativamente, podría realizar recompras de acciones por 4.000 millones o distribuir esa misma cantidad en dividendos. "Creemos que estas son las tres formas que tendría la compañía si quiere llegar a su endeudamiento óptimo, si bien consideramos que usará una combinación de las 3", concluyen en el banco canadiense.

Una opción menos probable

Con todo, con la fuerte revalorización de la acción, la posibilidad de un buyback ha perdido fuerza para algunos analistas: "Asumiendo un precio de 20 euros por título, podría reducir el número de acciones en circulación en torno a un 15%. Sin embargo, esta no sería una buena opción para generar valor al accionista, ya que consideramos que sus títulos están sobrevalorados", advierten en la entidad.

La utility cuenta con una recomendación de compra, según el consenso de mercado recogido por FactSet, y los analistas fijan su precio justo un 3% por debajo del nivel en el que cotiza. A día de hoy, el precio de su acción se encuentra en los 21,56 euros, después de que el título repunte un 12% en el parqué en lo que va de año.

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