Bolsa, mercados y cotizaciones

El dilema del ciclista escalador y el mercado

El ciclismo tiene algo muy parecido a la bolsa. Cuando se sube una rampa y se desconoce el recorrido nunca se sabe si al final del repecho se alcanza la cima, y se terminan las dificultades, o vienen más cuestas. Para los gestores igual que 2016 lo consideran orográficamente el año mas complicado que han vivido, y 2017 el más sencillo, 2018 acabará el primer semestre con una pájara provocada por la incertidumbre de si estamos en un inmejorable momento de compra o en una clara ventana de salida.

El escenario técnico que nos explica Ecotrader nos dice que nos jugamos niveles que de perderse nos llevarían a mínimos del año. Si se pierden estos, los soportes urbi et orbi, iríamos al infierno. Desde la interpretación macro de este escenario, si sucede todo lo malo, significaría que el mercado anticipa una recesión mundial. ¿Por qué se puede llegar a algo parecido si la economía mundial crece a más del 3%?

La rampa que se ha convertido en el mundo de la inversión en el Tourmalet, Alpe d'Huez, Mont Ventoux, Galibier, Mortirolo, Stelvio y Angliru, todos juntos, se llama Trump. La incertidumbre que envuelve su guerra comercial con China lleva a los mercados como a un burro al que unas veces se apalea y otras se le enseña la zanahoria. Para Wall Street pesa todavía más la bravuconería de un personaje que cree que "si alguien te ataca, le atacas diez veces de vuelta porque así al menos te sentirás a gusto". Pero la infidelidad de Wall Street será incompasible si empieza a detectar que la guerra comercial ni frena, ni desacelera, ni para el crecimiento; lo hace desaparecer.

La rampa europea se llama una Italia que por la mañana se levanta esquizofrénica entre la Liga Norte y el Movimiento Cinco Estrellas. Al mediodía se declara antieuropeísta, para corregir por la tarde, y que aparezca en los periódicos al día siguiente otra confusión nueva. El problema por todos sabido es que Italia no es Grecia, y no se puede someter a una prueba como fue el caso heleno. Una segunda rampa europea es el retraso de la subida de tipos del BCE, No excesivo en el tiempo, pero sí preocupante porque para casos como el español en bolsa... sin banca no hay paraíso.

La rampa española se llama elecciones en Latinoamérica. En cien días veremos desde el impacto de la llegada del populista López Obrador en México hasta quién será el sucesor de la herencia del encarcelado Lula da Silva -que si pudiera presentarse sería quien ganase- en Brasil. El inversor español recuerda lo que supuso en los estertores del pinchazo de la burbuja tecnológica la llegada de Lula, el heredero de una de las mayores deudas sociales del mundo, el fundador del primer sindicato del país y del mayor partido de izquierda en Sudamérica. Antes de su victoria, en octubre de 2002, el Ibex cayó un 35% en un semestre. Fue el punto de inflexión. No era un Hugo Chávez.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky