
Los capítulos sexto y séptimo de la tercera temporada de Billions tratan de forma casi exclusiva la trama principal que comenzó en la temporada anterior: la batalla judicial abierta entre los protagonistas de la serie -fiscal y especulador- por la salida a bolsa de la empresa de zumo helado de Aira. Por esta razón, esta nueva entrega de Invertir como el hedge fund más famoso de la TV desmenuza este conflicto legal y se detiene en los detalles finacieros.
Todo parte de que la compañía de Aira -amigo íntimo de la familia del fiscal Rhoades-, que produce y vende zumo helado y que es un éxito, va a protagonizar una OPV (oferta pública de venta) -¿qué es?-, que es una operación que se realiza cuando el propietario de un gran volumen de acciones de una empresa desea vender ese paquete accionarial de una forma ordenada y regulada. En este caso, se trata de una compañía que hasta el momento no cotizaba en el mercado de valores.
Estas acciones, que se pondrían a la venta en una sesión concreta y en un precio, o rango, también establecido, ya tenían comprador. Charles Rhoades, el padre de Chuck, iba a utilizar toda su liquidez para tomar una posición dominante en la salida a bolsa de la empresa, ya que conocía de antemano que los títulos iban a dispararse, es decir, contaba con información privilegiada -¿qué es?-.
Todo estaba preparado para que Rhoades senior se hiciera de oro con la operación. Sin embargo, su hijo tenía otros planes y utilizó esta OPV para tender una trampa a Bobby Axelrod y poder acusarle. A través de un tercero, hace llegar al gestor de AXE Capital el chivatazo de que su padre acudiría a la salida a bolsa de la empresa, sabiendo que éste no podría resistirse a intervenir, algo que hizo adulterando el zumo y vendiendo en corto, dos pájaros de un tiro.
Ponerse corto
Una práctica habitual de los hedge fund como AXE Capital es apostar a que un valor o incluso un índice van a caer, buscando ganar con las pérdidas de los inversores normales, los que buscan obtener rentabilidad con la revalorización de los activos, ya sean acciones de compañías, selectivos o, incluso, divisas o materias primas. A esta maniobra especuladora se la denomina ponerse corto en la jerga del mercado, pero nada tiene que ver con el plazo, sino con la dirección de la inversión: en vez de ser alcista, como es habitual, se trata de tomar una posición bajista. ¿Pero cómo se ejecuta esta apuesta?
Actualmente, hay diferentes formas y vehículos (derivados, CFDs, ETFs invertidos...) para hacerlo, pero la más fácil de entender es precisamente la clásica, y se puede analizar con el ejemplo que en Billions desató la trama judicial que se ha ido desarrollando en la tercera temporada de la serie (ver gráfico).
Todos implicados
Lo que Chuck hijo -el fiscal- no sabía era que su padre, viendo las posibilidades del negocio, y ante la falta de liquidez, utilizó el fondo público ligado a su cargo, arriesgándose a ser culpado de conflicto de interés.
Tras la OPV, se empezaron a suceder los brotes de la intoxicación causada por los tóxicos vertidos sobre el zumo, y las acciones, que en un comienzo se dispararon, cayeron a plomo arruinando al Charles Rhoades, a Aira y al propio Chuck. La mujer de este último, Wendy, conociendo todo lo que iba pasar, también vendió en corto a través de su cuenta en AXE Capital con el objetivo de preservar el capital que su marido iba a perder.
La polémica
Este tipo de operaciones jamás han abandonado la polémica sobre los límites de la especulación. Los reguladores de los distintos mercados, también la CNMV en España, han llegado a prohibirlas en el conjunto de la bolsa, como ocurrió en 2012, o en valores concretos que por distintas circunstancias son atacados sin compasión por los bajistas, buscando ganar con su desplome. El último caso sonado en el parqué nacional fue el de Liberbank.