
Zaragoza, 24 oct (EFECOM).- Caja Inmaculada (CAI) obtuvo un beneficio neto de 54 millones de euros a 30 de septiembre de 2006, lo que supone un incremento de sus ganancias en un 20 por ciento con respecto a los 45 millones logrados en el mismo periodo de 2005, informó hoy la entidad financiera aragonesa.
El volumen de negocio total de CAI se situó en este periodo en 17.585 millones de euros, lo que representa un incremento interanual del 19 por ciento, mientras que las inversión crediticia alcanzó los 6.807 millones, un 19 por ciento más, y la ratio de eficiencia mejoró en 5 puntos.
El presidente del consejo de administración, Rafael Alcázar, y el director general, Tomás García, dieron a conocer estos resultados, que consideraron "muy satisfactorios", en una rueda de prensa ofrecida tras celebrar la segunda asamblea general ordinaria anual de la entidad aragonesa.
En un año, el volumen de negocio total de la caja, como suma de los riesgos crediticios y los recursos gestionados, aumentó el 19%, hasta situarse en 17.595 millones de euros (casi 3 billones de pesetas).
La inversión crediticia subió en los últimos doce meses un 19%, porcentaje que se ha ido acelerando durante este ejercicio, y se formalizaron 3.400 millones en operaciones de riesgo (22% más).
Los recursos administrados (ahorro de clientes) presentan también un destacado crecimiento interanual del 17% debido a los incrementos de cuentas corrientes e imposiciones a plazo, dentro de balance, y de los fondos de previsión y los valores en custodia, en desintermediación.
El activo del balance alcanzó un saldo de 8.177 millones, lo que supone un 15% más, y el margen de intermediación se situó en 134 millones, un 17% de subida, aumento que se corresponde directamente con los mayores saldos de negocio ya comentados; el margen ordinario presenta una variación interanual del 16%.
Tras deducir de dicho margen los saneamientos, fundamentalmente las provisiones de insolvencias genéricas relacionadas con el aumento del crédito, y los otros resultados, el beneficio bruto alcanza un importe de 67 millones, lo que después de impuestos queda en 54 millones, con un ritmo de crecimiento, este último, del 20% en términos interanuales, el doble que el año pasado.
La eficiencia de la entidad, calculada como cociente entre los gastos de personal, generales y amortizaciones y el margen ordinario, se situó en el 56%, mejorando 5 puntos porcentuales la ratio obtenida en el mismo periodo de 2005.
La tasa de morosidad, como cociente entre activos dudosos e inversión crediticia, descendió el 0,47% y la cobertura, definida como los fondos constituidos por deterioro de activos entre los riesgos dudosos, aumentó hasta el 398%.
La rentabilidad sobre activos medios (ROA), se situó en el 0,93% y el ROE, la rentabilidad sobre recursos propios medios, en el 10,32%.
El patrimonio neto del grupo CAI aumentó el 8% hasta alcanzar un saldo de 741 millones; y en los últimos 12 meses la caja, que cuenta con un alto 'rating' institucional, emitió en los mercados financieros 285 millones para favorecer su expansión de negocio.
Además de la matriz, Caja Inmaculada, el grupo está formado actualmente por 14 sociedades; en su perímetro de consolidación cuenta con participaciones empresariales en otras 49 compañías.
A 30 de septiembre, la CAI tiene 236 oficinas (185 en Zaragoza, 24 en Huesca, 18 en Teruel, 4 en Madrid, 4 en Tarragona y 2 en Cádiz), nueve de ellas abiertas en estos nueve primeros meses, y 605.000 clientes realizaron en este periodo más de 134 millones de operaciones.
Rafael Alcázar destacó el fuerte compromiso de la entidad con la obra social y cultural, que supone, dijo, el 0,27 por ciento sobre activos totales medios, frente al 0,19 por ciento de la media del sector en España.
Respecto a la evolución del sector hipotecario, el presidente de la CAI señaló que observa la evolución del mismo "con tranquilidad" y apuntó que un "exagerado" periodo (2002-2006) de ritmo de viviendas en el mercado, es previsible que el próximo año descienda el negocio.
Por ello, apuntó a la necesidad de atender otros productos, como el de los créditos a las pymes o los orientados a las posibilidades de negocio que puede generar la futura ley de dependencia, y afirmó que lo ocurrido en estos último años "no era normal", ya que "se penalizaba más al que ahorra que al que gastaba" al subir la inflación entorno al 4% y los tipos de interés sobre el 2%. EFECOM
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