Bolsa, mercados y cotizaciones

La fiesta no se acaba en Wall Street, que con beneficios crecientes no está caro...

  • La bolsa americana se compra al precio más bajo de los últimos 18 meses

Tras nueve años de subidas, Wall Street reúne hoy en día argumentos a favor y en contra al mismo tiempo, sobre todo ahora que la rentabilidad del bono americano a diez años ha superado esta semana la barrera del 3% (el nivel a partir del cuál la deuda empieza a competir con la bolsa). Ese y el resto de obstáculos a los que se enfrenta (ver página 11) restan visibilidad a algunos de sus atractivos. El principal es que, pese a todo, el precio que paga hoy un inversor por entrar al S&P 500 es el más bajo de los últimos 18 meses si se atiende a los beneficios esperados en los próximos doce meses. Los mismos que, por ahora, no encuentran freno.

En cifras, su multiplicador de beneficios se sitúa en las 16,2 veces, frente a las 18,2 veces con las que empezó el año. Lo que significa que el índice se ha abaratado un 11% en estos cuatro meses. Y esas 16 veces, dice David Buckle, responsable de soluciones de inversión de Fidelity, "es el número que considero como valor razonable a largo plazo para la renta variable estadounidense", porque, aunque no estima que está barata, sigue, "sí cuestiono que esté cara". Está más cara, eso sí, que la europea. A pesar de que la estimación de beneficios del Viejo Continente se ha estancado desde que empezó el año, el PER del Stoxx 600 se encuentra ahora en las 14,4 veces.

El porqué se ha abaratado la bolsa americana se explica, por un lado, en las caídas que arrastra desde febrero, momento en el que el S&P 500 dejó a un lado las subidas que hasta entonces se anotaba para empezar a caer, a medida que los intereses de la deuda pública repuntaban ante la expectativa de una Reserva Federal (Fed) más agresiva. Si el primer susto llegó cuando la rentabilidad del bono americano tocó entonces el 2,95% -después llegaría el miedo a una guerra comercial así como las caídas de la tecnología-, el segundo se ha producido esta misma semana, tras cruzar el rubicón del 3% (para muchos, debería subir hasta el 3,5% para representar un peligro para la bolsa). El resultado es que este indicador sufre pérdidas en lo que va de año, que le dejan a un 4,8 por ciento de distancia de su suelo -los mínimos anuales-, que se sitúa en los 2.532 puntos; y a un 5,2% de su techo, los 2.800 puntos.

Por fundamentales, no obstante, la ecuación rentabilidad-riesgo de este índice sale más atractiva. La razón es que esconde uno de los potenciales más elevados para los próximos doce meses: de casi el 15%, hasta los 3.052 puntos, según el consenso de mercado recogido por Bloomberg. En Europa, de las principales plazas, solo el Dax ofrece más, un 15,2%.

La clave, los beneficios

El otro factor que explica el descuento del S&P 500 son los beneficios. A diferencia de Europa, las previsiones de los analistas para Estados Unidos continúan intactas, gracias, en parte, al impulso que supone la reforma fiscal promulgada el pasado 22 de diciembre y que se está reflejando, por primera vez, en los resultados del primer trimestre del año.

Según la media de bancos de inversión, las ganancias del S&P 500 crecerán un 16% este ejercicio, hasta superar los 1,4 billones de dólares; un 9% en 2019 (1,55 billones) y un 8% en 2020 (1,68 billones). En los tres casos es más de lo que esperaban a principios de año.

Solo en el primer trimestre del año, UBS prevé que el beneficio por acción crezca un 12% sin tener en cuenta el impacto de la reforma fiscal. Con ella, eleva esa cifra hasta el 20%. Además de unos impuestos más bajos, dice Patrik Lang, responsable de renta variable global de Julius Baer, "el crecimiento ha sido impulsado por los efectos positivos de la divisa (debilidad del dólar), que impulsa cerca de dos puntos porcentuales las ventas".

Más recomendaciones de compra

Además del menor precio que se exige para entrar en bolsa americana, otro indicador a favor de este mercado es que ahora es posible encontrar más compañías con recomendación de compra en el S&P500 que a principios de año. En concreto, la media de bancos de inversión aconseja adquirir títulos del 47% de las cotizadas de este índice frente al 40% de enero. Baja, por tanto, el peso de las empresas con consejo de mantener, del 55% al 48%; y las que reciben uno de venta, del 6% al 5%.

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