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Harley Davidson atisba "un impacto significativo" en sus ventas por las represalias a los aranceles de Trump

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, busca desvestir a un santo para vestir a otro. Un clásico refrán que se adapta a la perfección a la realidad que enfrentan algunas de las compañías del país. La decisión de la Casa Blanca de imponer aranceles globales al acero y el aluminio no tardará en sufrir el contraataque por parte de sus socios comerciales. Entre ellos la Unión Europea, que pone en sus miras productos como las motocicletas Harley-Davidson.

La empresa, con sede en Milwaukee, Wisconsin, ha advertido a través de un comunicado que las represalias a los gravámenes del 25% y el 10% sobre las importaciones de acero y aluminio que prepara la administración Trump tendrán "un impacto significativo" en sus ventas. Harley-Davidson destaca que apoya un comercio libre y justo, pero considera que los aranceles encarecerán el precios de todos los productos que contengan estos metales, independientemente de su origen.

De hecho, el azote de aliados comerciales como Europa llegaría en un momento en que las ventas globales de Harley-Davidson cayeron un 6,7% el año pasado. En EEUU, las ventas de sus motocicletas también decrecieron el año pasado alrededor de un 8,5% mientras las internacionales descendieron un 3,9%. La compañía registró un beneficio neto de 521,8 millones de dólares sobre ingresos de 5.650 millones de dólares, por debajo de las cifras registradas en 2016.

En lo que llevamos de año, sus títulos han caído más de un 13% mientras que en las últimas 52 semanas de negociación han perdido cerca de un 23,6% de su valor. En estos momentos, salvo que realmente una guerra comercial acabe por descarrilar las proyecciones, la media de los analistas estiman que las acciones de la compañía alcanzarán los 49 dólares en los próximos 12 meses, lo que implicaría una revalorización del 11,5%. Los más optimistas sitúan su precio objetivo en los 60 dólares mientras los bajistas consideran que estos caerán hasta los 43 dólares.

La polémica decisión de Trump y el Departamento de Comercio, de la que todavía se desconocen detalles concretos, puede destruir hasta 146.000 empleo en EEUU si se tiene en cuenta el efecto positivo que estos aranceles tendrían en la industria del acero y el aluminio de EEUU. Según un estudio elaborado por Joseph Francois y Laura M. Baughman, de la organización Trade Partnership Worldwide, por cada empleo que se cree con estos aranceles se eliminarán al menos cinco puestos de trabajo.

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