
Era difícil escoger un día peor que el de ayer para volver a cotizar en bolsa. Metrovacesa protagonizó este martes el primer estreno del año en el mercado nacional, en una OPV que llegaba ya estigmatizada tras las dificultades que encontró para cerrar el libro y que forzaron una rebaja de su valoración para que saliera con un descuento del 7% sobre el valor de sus activos. Y, sin embargo, el mercado consideró ayer que no era suficiente.
Con el primer toque de campana, el primer cruce de precios se produjo a 15,3 euros, un 7,3% por debajo de los 16,5 euros a los que se había fijado la oferta -llegando a ceder hasta un 8,5 %-. Finalmente, sus títulos cedieron un 3% en la sesión, hasta los 16 euros, que, en todo caso, no logró batir la caída del 5,2% del primer día de negociación de su comparable Aedas Homes en octubre en plena incertidumbre independentista. Ayer, cedió bastante menos, un 0,97%, mientras Neinor perdió un 1,8%.
Metrovacesa rebajó así su valoración hasta los 2.426 millones de euros, lo que implica un descuento del 8,5% respecto a su NAV -en los 2.690 millones-, frente a la prima con la que cotiza el sector en España.
La oferta, que fue suscrita en algo más de una vez, ha estado respaldada por inversores de Reino Unido y EEUU principalmente, además de holandeses, franceses y españoles. "Lo importante es que al final hemos cerrado el libro con la expectativa de precio que el mercado ha querido pagar", afirmó ayer Jorge Pérez de Leza, consejero delegado de la promotora, que reconoció contar con "una estrategia diferencial" basada en "capilaridad geográfica y un banco de suelo de 6 millones de metros cuadrados, valorada por algunos inversores", aunque no habría sido bien entendida por todos ellos, motivando el retraso de la OPV. Fuentes del mercado reconocían que, precisamente, los futuros accionistas habrían exigido un descuento mayor para entrar en una compañía presente en 31 provincias, y no sólo en las grandes ciudades, y que cuenta con un 26% de suelo al que aún le faltan permiso s administrativos, a diferencia de las carteras de sus competidores.
Santander y BBVA, los bancos que han saneado Metrovacesa, han sacado al mercado un 25,8% de la firma, manteniendo el control, con el objetivo de rentabilizar el cambio del ciclo inmobiliario en el futuro. "Permanecerán en la compañía durante un tiempo, aunque sabemos que los bancos no son tenedores naturales del sector inmobiliario", aseguró el consejero delegado, quien descartó, al tiempo, futuras ampliaciones de capital para dar entrada a nuevos activos inmobiliarios de las entidades financieras, tal y como se ha construido la nueva Metrovacesa.
Casi nadie pregunta por Cataluña
"De los más de 200 inversores a los que hemos visto sólo han preguntado dos", reconocía Pérez de Leza en relación a la situación que atraviesa Cataluña, donde la firma tiene un 18% de sus activos. Su previsión de entrega de viviendas no ha sufrido cambios y llegarán a las 3.500 en 2020, año en el que empezarán a repartir dividendo (que oscilará entre el 60 y el 80% de payout). A partir de entonces, alcanzará un ritmo de ventas de 5.000 inmuebles al año.