
Las sociedades de inversión de capital variable, más conocidas como sicavs, no están pasando por sus mejores tiempos. Basta con echar un vistazo al registro de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que llevaba sin nuevos resultados desde hace 168 días.
En concreto, fue el pasado 28 de julio del año pasado cuando se registró la última sicav en España (Compass Inversiones). Y no fue hasta el pasado 12 de enero cuando volvió a nacer otra: se llama A Global Flexible P y ha nacido bajo el paraguas de Andbank, según consta en su folleto.
Por contextualizar, durante todo el año pasado apenas vieron la luz seis vehículos nuevos en España, registrando el peor año de creación de sicavs de la historia. Una tendencia que se une a la del año anterior, cuando apenas se registraron 19 sociedades después del ataque por parte de todos los partidos políticos, que las tildaron de ser un vehículo ex profeso para los ricos. Pero el temor a una penalización no solo ha paralizado la puesta en marcha de nuevos proyectos sino que también ha tenido como resultado otras tantas bajas, ya que muchas sicavs se fusionaron con otros fondos o sociedades para evitar la penalización que pueda llegar.
Ahora, su futuro depende de la regulación que imponga el Partido Popular, donde fuentes consultadas aseguran que, por ahora, no hay novedades al respecto. Ya dejó entrever durante su campaña del año 2006 que pretendía que solo computen como los 100 accionistas necesarios para constituir una sociedad de inversión de capital variable aquellos que tengan una participación mínima del 0,55% del patrimonio. Algo que expertos encuentran irracional.
Marta Zárate, responsable de desarrollo de negocio de Lierde sicav, explicaba a este diario que, precisamente, "eso va en contra de la colectividad porque eleva mucho más el umbral". Y no fue la única. Luis Urquijo, director de inversiones de Ábaco Capital, calificó esta medida "de difícil implementación" porque, poniendo el caso de que esa sociedad se comercialice activamente, el porcentaje en posesión de cada accionista irá variando con la entrada y salida de capital.
Entre las mejores sociedades del año por rentabilidad hay algunas conocidas. Metavalor Inversiones gana un 6,29% en lo que va de año y gestiona un patrimonio de unos 9 millones de euros. Por su parte, Ajram Capital, del deportista y trader Josef Ajram, remonta un 6%. En el lado opuesto, entre las peores del año destaca Smart Social sicav, el vehículo creado en la red social de finanzas Finect, que pierde un 4,7%.
La eterna discusión: sicavs vs fondos
Las sicavs están otra vez en el punto de mira, cuando la realidad es que estos vehículos ni son solo para ricos ni una excusa para evadir impuestos. En primer lugar, no hay que tener seis dígitos en la cuenta bancaria para invertir en una, ya que cualquier inversor puede acudir al Mercado Alternativo Bursatil (MAB) y comprar una acción que, a día de hoy, equivale de media a 10 euros.
Además, si se comparan con los fondos mixtos (el 99% de las sicavs se incluyen en esta categoría), también son más baratas ya que soportan costes medios del 0,55% frente al 1,28% de los fondos.
Por continuar, las normas de constitución son parecidas, pero no iguales: para una sicav se exigen 2,4 millones y para los fondos 3 millones; y en ambos casos 100 miembros mínimos, que se llaman accionistas en las sicav al ser sociedades anónimas y partícipes en los fondos. En realidad, la principal diferencia entre fondos y sicavs es el control de la inversión por parte de los inversores. "En las sicavs el accionista tiene mayor poder de decisión", dice Christian Torres, socio director de Solventis y gestor de Solventis Eos; entre otras cuestiones, porque la sicav tiene que realizar obligatoriamente una Junta de Accionistas anual con aprobación de cuentas, etc., al igual que cualquier empresa mercantil.
No es lo único, a nivel liquidez, estas sociedades tienen incluso un plus de flexibilidad frente a los fondos. En estos últimos solo es posible su suscripción o reembolso una vez al día [a precio de su valor liquidativo del cierre del día posterior a la orden] y en las sicavs el accionista tiene hasta tres oportunidades de poder comprar o vender el vehículo de inversión: a las 12:00 y a las 14:00 bajo la modalidad de subasta, e igual que un fondo a las 17:30 a valor liquidativo.
En lo que no se diferencian sicavs y fondos es en su fiscalidad. Mientras se mantengan las participaciones, tributan por el 1 por ciento de los beneficios en el Impuesto sobre Sociedades, además de diferir el pago sobre las plusvalías en el IRPF. Y, cuando se vendan las participaciones, tributan como ganancias patrimoniales (al 19%, 21% y 23%).