Distintas circunstancias han lastrado el comportamiento de ciertos sectores europeos en los últimos años, llevándoles a cotizar a precios muy atractivos en relación con sus beneficios y con unas expectativas hoy muy diferentes, ante el escenario de sólido crecimiento económico
Distintas razones, la mayoría propias de cada sector, han ido dejando atrás en bolsa a ciertas compañías en los últimos años. Automovilísticas, aerolíneas y financieras se han comportado peor que el resto del mercado, lo que las ha llevado a cotizar a precios muy atractivos por PER -veces que el beneficio está recogido en el precio de la acción-. Unas oportunidades que sobre todo ahora, cuando muchos de los nubarrones concretos han desaparecido y existe un clima de sólido crecimiento económico, relucen más.
2018 ha amanecido especialmente despejado para el sector automovilístico europeo, uno de los favoritos de los gestores value. Incluso, a pesar de la fortaleza del euro -principalmente frente al dólar- porque, aunque son empresas inminentemente exportadoras, "no son sensibles al precio ya que aportan valor añadido", según apunta Guillermo Monroy, profesor del IEB y director de tesorería del Banco Sabadell.
Y lo cierto es que las incertidumbres -el dieselgate y la irrupción del coche eléctrico- que desde 2015 han empañado la evolución en bolsa de una de las industrias más importantes del Viejo Continente parecen haberse retirado de golpe con el inicio del nuevo año. El índice que reúne a los fabricantes de coches y componentes que cotizan en el Stoxx 600 repunta un 9,5 por ciento desde que arrancó el año, 5,5 puntos más que el EuroStoxx 50. El sector partía el primero de enero como el más barato de Europa por PER, al cotizar a 11 veces, y, pese al positivo estreno de 2018, sigue siendo la industria más atractiva según su multiplicador de beneficios. Actualmente, presenta un PER de 12 veces. Es decir, el selectivo sectorial se compra con un 40 por ciento de descuento respecto al conjunto de la bolsa europea por el retraso acumulado.
El músculo tecnológico y financiero -según las estimaciones todas las grandes compañías cerrarán 2018 con caja neta, excepto Ferrari- exhibido por el sector en los últimos meses y la digestión, al menos de la peor parte, del fraude de las emisiones, han convencido al mercado y 2018 se presenta como el ejercicio de la resurreción plena en bolsa de la misma industria a la que se quiso dar por muerta hace no tanto. "Esperamos un año alcista para las automovilísticas europeas, respaldadas por un sólido crecimiento global, un poder de fijación de precios relativamente estable, la ausencia de noticias negativas sobre el dieselgate y una transición prudente hacia la conducción autónoma, lo que cambiará el sentimiento hacia el sector", incide José Asumendi, experto en la industria de JP Morgan.
Dentro del sector, destaca el descuento por PER que ofrece Renault -ver gráfico-, que cotiza con un multiplicador de beneficios de 5,6 veces. Los analistas refuerzan este atractivo emitiendo un clara recomendación de compra sobre sus acciones, que repuntan algo más de un 3 por ciento en el último año. Un periodo en el que los expertos han incrementado el beneficio esperado para este año un 8 por ciento. También son reseñables los casos de Porsche y de Fiat-Chrysler. Suben un 30 y un 90 por ciento en 12 meses, pero, debido a que la mejora de las estimaciones es mayor, siguen baratas por PER, al cotizar a 5,8 y 6,5 veces, respectivamente.
Otro sector retrasado y relativamente ajeno al impacto del euro es el de las aerolíneas, más concretamente las de bandera, aunque, sin embargo, estas compañías no han arrancado el año tan aceleradas en bolsa como las automovilísticas. El Brexit, los ataques terroristas que han azotado Europa en los últimos años, la agresiva competencia planteada por las low cost -capitaneadas por Ryanair- y las reestructuraciones pendientes en cada grupo han lastrado a IAG, Air France-KML y Deutsche Luftansa. Razón por la que hoy se compran rebajadas, tanto respecto al conjunto de la bolsa, como a su PER medio histórico. La más barata es la francesa, y eso que en el último año ha recuperado un 140 por ciento de su valor en el parqué, lo que ha acompañado con una ajuste de las previsiones de su beneficio para 2018 del 116 por ciento.
Por último, al financiero europeo también se le puede considerar un sector penalizado por la heterodoxa política monetaria y por los problemas heredados de la crisis. Pero a bancos, aseguradoras y holdings el actual contexto de crecimiento "robusto", como lo calificó el propio presidente del BCE, Mario Draghi, y la expectativa de que se normalicen los tipos de interés les sitúa en una posición ventajosa. La firma británica 3i Group es la más barata del sector por PER y recibe el consejo de compra. La siguen la italiana Exor y la aseguradora Aviva.