
El barril de petróleo estadounidense ha logrado batir la cota de los 65 dólares por primera vez desde 2015, tras conocerse una caída en el nivel de los inventarios de crudo en Estados Unidos mayor de la esperada. Es la décima semana consecutiva de descensos en los almacenes de petróleo del país, la racha más larga de caídas de toda la historia.
Estos se redujeron durante la pasada semana en 1,07 millones de barriles, mientras que la estimación se mantenía en 1,03 millones. Hay que remontarse a febrero de 2015 para ver los inventarios de crudo del gigante estadounidense en los niveles actuales. Según fuentes de Bloomberg, la demanda de petróleo está siendo fuerte, en una época del año en la que habitualmente se producen reparaciones en las refinerías, lo que frena el consumo de petróleo por parte de estas instalaciones.
Además, según explica la agencia, la Organización de Países Exportadores de Petróleo -OPEP- también está contribuyendo a esta subida del crudo estadounidense con su acuerdo para mantener la producción limitada, al menos hasta el final de 2018.
Mientras el barril estadounidense seguía subiendo en el parqué, el Brent europeo se comportaba de distinta forma, cayendo en torno a un 0,1%, hasta los 69,91 dólares. Eso sí, durante la jornada llegó a subir un 0,67%, superando de nuevo los 70,43 dólares. La cota de los 70 dólares para el Brent está siendo difícil de superar: sólo el pasado 15 de enero logró cerrar por encima, y desde entonces ha estado moviéndose en todo momento en el entorno de los 69 dólares.