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Cinco razones por las que bitcoin nunca será una moneda de uso común

  • El bitcoin está condenado a ser un activo de nicho

De apenas 750 dólares por bitcoin a finales de 2016 hasta los más de 19.500 dólares que llegó a valer a finales del mes de diciembre. De esa cota hasta caer por debajo de los 12.000 dólares el 22 de diciembre. Para desde ese punto rebotar hasta situarse por encima de los 14.500 dólares. Los movimientos del bitcoin siguen siendo bruscos e impredecibles y pronosticar qué precio alcanzará parece misión imposible.

Sin embargo, lo que sí que parece claro es que su valor en el futuro más a largo plazo dependerá de su uso. Y que su precio puede acercarse a cero o alcanzar cifras desorbitadas dependerá del grado de adopción que alcance.

En este sentido, desde ING creen que, pasada la euforia inicial, el bitcoin volverá a ser "el producto de nicho que era en sus primeros años. Los usuarios incluirán los nerd de la tecnología, la gente obsesionada con la privacidad, las personas con miedo a la hiperinflación en las divisas tradicionales y aquellos que quieren evitar a los bancos centrales por motivos ideológicos o criminales".

Precisamente, algunos de los principales argumentos a favor del bitcoin que defienden los entusiastas de la moneda son también los que dificultarán que sea adoptada como una divisa de uso común. "Invertir en el bitcoin hoy es como hacerlo en una divisa extranjera o en oro. Cualquier negocio sólido querría cubrir la divisa. Y una apuesta direccional en una sola moneda es una inversión extremadamente arriesgada", reflexionan en ING. Y al mismo tiempo recuerdan que comprar esperando que en algún momento en el futuro se pueda vender más caro "es, simple y llanamente, especular".

De este modo, desde la entidad de los Países Bajos explican que invertir en criptomonedas puede ser una parte de alto riesgo y alta rentabilidad en un porfolio de inversión bien diversificado, pero que "apostar por que el bitcoin será la criptomoneda ganadora es todavía un riesgo mayor".

¿Podrá ser de uso común?

En este escenario, desde ING enumeran cinco motivos por los cuales la criptomoneda no será capaz de atraer a una audiencia masiva. Una lista que va desde la regulación hasta el consumo de energía que se debe emplear para minar un bitcoin, pasando por su disparatada volatilidad. Así, ¿cuáles son estos 5 motivos? 

1.- La regulación

Una de las características particulares de la criptodivisa es su naturaleza descentralizada. Ningún banco central la apoya ni las operaciones pueden ser rastreadas. Con esas características parece difícil que la moneda triunfe sin que entre dentro del espacio regulado. "Un evento negativo, como un crash de los precios que lleve al público a protestar podría desencadenar que se aplique mano dura con la regulación", advierten en ING.

2.- Sin intermediarios

Que no exista una entidad que custodie el dinero es uno de los principales atractivos para los entusiastas del bitcoin, pero para el público general esta característica será más un hándicap que un punto a favor. "La persona media no quiere tener tantos problemas. No les gusta no tener derechos, no tener recursos, ni garatías, ni cobertura legal. Solo quieren un acceso seguro, fiable y sin problemas a su dinero", explican en ING.

Precisamente, un estudio de Chainanalysis, publicado por Fortune, resaltaba que entre el 17% y el 23% de los bitcoin existentes puede haberse perdido para siempre debido a las transacciones incorrectas, las pérdidas de contraseñas y los discos duros que se han estropeado.

3.- Los costes de transacción

Uno de los principales problemas a los que se enfrenta el bitcoin son los elevados costes de una simple transacción. Según los datos de bitcoin.com, el coste de una cada una se sitúa en los 7 dólares, un nivel que no resulta muy útil para las pequeñas operaciones del día a día. 

Y, no solo eso, la velocidad de las mismas tampoco favorece que pueda ser un medio de pago común. "Para tener un rol significativo como sistema de pago, el proceso de transacción debe ser 100 veces, o quizás 1.000 veces, mejor que el actual", explican en ING. 

4.- La volatilidad

Los movimientos de doble dígito dentro de la misma sesión han sido una constante durante los últimos meses en el bitcoin, algo que es un problema para los particulares pero aún más para cualquier negocio que tiene que planificar con antelación y que, en muchos casos, trabaja con márgenes reducidos. "Una moneda que a veces se mueve un 10% en un día podría convertir un buen beneficio en grandes pérdidas en un abrir y cerrar de ojos", resaltan en ING.

5.- El consumo de energía

El consumo energético procedente de la minería de bitcoin ya alcanza niveles tan elevados como el de toda la energía que se consume en países como Hungría, Qatar o Nueva Zelanda, con más de 39 teravatios-hora al año, según datos de digiconomist. Esto se traduce en que cada transacción supone lo mismo que poner 200 veces la lavadora

"Que aumente el uso del bitcoin unido a un incremento de los precios daría mayores incentivos para que se incrementase la capacidad de la minería, elevando aún más el uso de la electricidad. Esto es poco deseable e insostenible, al alejar la electricidad de otras aplicaciones más útiles", inciden en el banco. 

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