
Mientras el bitcoin sigue acumulando subidas sin parar y ya mira a los 10.000 dólares como su siguiente objetivo, inversores y economistas de medio mundo siguen dando su opinión sobre la criptomoneda, que cuenta con más detractores que seguidores entre los expertos.
Si Jamie Dimon, consejero delegado de JP Morgan, advertía de que la burbuja de los bitcoins era peor que la de los tulipanes o el Banco de Pagos Internacionales aseguraba que los bancos centrales no podían seguir ignorando a estas monedas, los últimos en dar su opinión han sido los hedge funds.
"El mayor riesgo que afrontamos es saber si es una publicidad, una moda pasajera o ha llegado para quedarse" aseguró a Bloomberg Clayton Heijman, Ceo de Privium en Reino Unido, Holand y Hong Kong. "¿Es el Tamagotchi de hace 20 años?", se pregunta Heijman en referencia al simulador de mascotas que fue todo un hito en los 90.
Según recoge la agencia de noticias, Brooklands Fund Management, Mirabella Advisers y Privium Fund Management han asegurado haber tenido discusiones con fondos de bitcoins durante los últimos meses y han rechazado tenerles como clientes "por la falta de entendimiento sobre el valor que encierran y la preocupación sobre si es un activo legítimo o una burbuja esperando para explotar".
De momento, en lo que va de año el precio del bitcoin ha experimentado una subida cercana al 900% y ya alcanza una capitalización de 160.000 millones de dólares. Para situar esta cifra en contexto, ninguna compañía española supera ese valor en bolsa, solo 2 empresas de la eurozona lo hacen y en Estados Unidos la lista solo alcanza los 31 nombres.
Los motivos de la subida
Aunque el bitcoin es la criptodivisa más popular, hay otras muchas divisas de similares características como el Ripple o el Ethereum que han registrado ascensos parecidos. ¿Qué ha estado detrás de los mismos?
Según reflejan desde Autonomous Research, los catalizadores incluyen el "aumento del conocimiento a través de los medios, la mejora técnica de los protocolos subyacentes, los acuerdos de empresas para usar la tecnología, la riqueza global en busca de nuevos activos y de diversificación y la creación de nuevos mercados y la salida a los mismos de nuevas monedas".
Independientemente de que sea una burbuja o no, lo que sí creen los analistas es que la tecnología que esconde debajo, el block chain, tiene múltiples aplicaciones que podrán generar una riqueza de 400.000 millones al año.