
La bolsa de China registra la peor caída en año y medio con descensos del 3%, después de que las rentabilidades de deuda estatal se disparen tras ventas masivas de bonos y deuda corporativa. La semana pasada el Banco Central de China (PBOC) anunció la retirada de inyecciones de capital tras ejecutar la última de 45.000 millones de dólares al sistema para estabilizar el mercado. Los expertos se debaten entre si la burbuja de deuda ha comenzado a pincharse o se trata de la simple recogida de beneficio de final de año. l China alerta de riesgos ocultos, complejos, repentinos y muy contagiosos por el exceso de deuda
Los problemas de sobrecalentamiento de la economía china y su burbuja crediticia vuelven a recuperar el foco del mercado, cada vez que las bolsas reaccionan con virulencia a las tensiones que se generan en la renta fija. Los bonos chinos han sufrido en la jornada de hoy un pequeño crack al desatarse ventas masivas. La rentabilidad de la deuda a diez años se ha elevado 1,7 puntos porcentuales por encima del 4% situándose en máximos de 2014.
El rendimiento de la deuda china lleva todo el ejercicio al alza ante la insistencia de las autoridades del país de frenar el endeudamiento de la economía. Pero desde la celebración del X congreso del Partido Comunista Chino (PCCh), en la que los mandatarios se comprometieron a atajar el problema de la deuda y el crédito fácil, se ha tensado el mercado de renta fija, elevándose los intereses.
La caída de las bolsas, las mayores en año y medio, reflejan la preocupación sobre el riesgo de que pinche la burbuja crediticia. Hasta ahora el PBOC ha permitido que la rentabilidad de los bonos se haya mantenido artificialmente baja. La semana pasada tras el Congreso del partido, el banco central inyectó 45.000 millones de dólares al sistema comprando deuda, la mayor intervención en lo que va de 2017, pero el PBOC ha decidido parar los estímulos llevando a los mercados a la corrección.
Inyecciones al capital
La parte negativa es que ha desatado temores entre algunos inversores. "El rendimiento de los bonos está subiendo demasiado rápido y ha generado preocupaciones, lo que refleja el recorte de las inyecciones de liquidez", indica a Castor Pang, jefe de investigación en Core-Pacific Yamaichi HK a Bloomberg. El analista subraya que la situación es negativa para las empresas por el aumento de los tipos de interés y el coste de financiación. "También para la renta variable" explica con un impacto proporcional entre rentabilidades y tipos de interés.
"Los rendimientos de los bonos han sido distorsionados por toda la liquidez", señala Kevin Lai, economista jefe para Asia y Japón en Daiwa Capital Markets, "este año han detenido la liquidez y el mercado de bonos solo ahora se está poniendo al día con la realidad".
"Los inversores habían comprado deuda soberana porque habían supuesto que el Gobierno iba a facilitar el crédito para alcanzar el objetivo de crecimiento del PIB en el cuarto trimestre", dice Jonas Short, responsable de Sun Hung Kai Financial. La clave está en las restricciones de capital por parte del PBOC, que está tensionando el mercado. Y la pregunta es si no se descontrolará. Algunos expertos ponen en duda el anuncio del banco central y piensan que volverá a intervenir.
Intervenciones indirectas
"Los inversores están observando de cerca si realizará algunas inyecciones de capital para aliviar a los bonos", comenta Pang. Al PBOC le queda en la manga su equipo nacional para intervenir indirectamente. Así se le conoce a los bancos públicos, fondos públicos y otras instituciones respaldadas por el estado que actúan en el mercado coordinados por las autoridades.
Wang Chen, socio de Xufunds Investment Management, afirma que el equipo nacional no intervendrá ya que no se trata de pánico en el mercado, sino una simple corrección.
"En la primera mitad, las acciones subieron mucho y a medida que se el fin de año, los inversores quieren cobrar y cerrar sus cartera", asegura en la misma línea Dong Chunxiao, estratega de acciones de Pacific Securities.