Poco debate mantendrán los miembros del comité encargado de la composición del Ibex 35 en la reunión que mantendrán el próximo jueves, 7 de septiembre. Ninguna cotizada española cuenta ahora con opciones de incorporarse al índice y no hay motivos para expulsar a ninguna firma, por lo que, salvo gran sorpresa, no anunciarán ningún cambios en el Ibex este trimestre.
La única compañía que podría ser una candidata gracias a su liquidez en bolsa, el principal baremo que mide el Comité Asesor Técnico (CAT) del índice, es OHL. La constructora se encuentra en el puesto 34 según el volumen medio negociado en la bolsa española entre principios de marzo y finales de agosto, al mover 9,9 millones de media al día, situándose por delante de Indra y Viscofan.
Sin embargo, su entrada no es posible por un motivo clave: su capitalización. El valor en bolsa medio de OHL durante los últimos seis meses es de 1.087 millones de euros (ajustado por un coefiente del 80% según su free float, el capital que circula libremente en el parqué). Esta cifra representa tan solo un 0,16% de la capitalización media del Ibex, por lo que es inferior al 0,3% que fija como mínimo indispensable el cuidador del índice para que una empresa pueda incorporarse al indicador. La siguiente en la lista para futuras revisiones es Sacyr gracias a su liquidez, que la coloca en la posición 37, pero de nuevo el grupo no cuenta ya con un valor bursátil que permita su vuelta.
Aunque alguna de las protagonistas de las OPV de 2017 aspiraba a ser candidata al Ibex a futuro, de momento ninguna cumple el requisito principal de liquidez. Gestamp no tendría problemas por tamaño, pero la contratación no es aún lo suficientemente alta. También Unicaja cumpliría por capitalización, pero no por volumen. Y Prosegur Cash y Neinor ni siquiera tienen el valor bursátil mínimo necesario si se ajusta al capital libre en bolsa.
