
El sector de la defensa en Estados Unidos acabó el pasado mes de julio frotándose las manos (la Cámara de Representantes del país norteamericano aprobó un proyecto de ley de gastos por valor de 788.000 millones de dólares el pasado 27 de julio para financiar la compra de los aviones de combate que el presidente Donald Trump había pedido en el presupuesto) y ha empezado agosto de la misma manera: la creciente tensión geopolítica no hace sino escalar conforme pasan las últimas horas.
"Es mejor que Corea del Norte no haga más amenazas a Estados Unidos, se encontrarán con un fuego y una furia como el mundo nunca ha visto antes", aseguraba este martes el presidente de los Estados Unidos en la que ha sido su amenaza más tajante hasta la fecha hacia el régimen de Pyongyang.
En este caldo de cultivo las empresas dedicadas al ámbito de la defensa han conseguido ser el centro de atención de inversores y analistas en el mercado de renta variable. Y es que, si algo quedó claro en los primeros compases de la legislatura del magnate, es su intención de aumentar el gasto en Defensa. Un movimiento que no hace sino servir de explicación al porqué de la buena salud que goza el sector en bolsa este ejercicio... y, especialmente, desde la llegada de Donald Trump al despacho oval de la Casa Blanca en Estados Unidos.
Su valor sube como la espuma
En concreto, desde que el magnate ganó las elecciones, en noviembre de 2016, las grandes firmas del sector (aquellas que capitalizan más de 3.500 millones de euros) han elevado su valor en bolsa en más de 130.000 millones de euros (ver gráfico). Es decir, se han revalorizado en el parqué cerca de un 25% de media cada una de ellas.
Firmas como Rockwell y Bombardier destacan sobre manera en un ámbito en el que, sin duda, Boeing es una de las empresas que más ha sabido aprovechar el tirón del sector en un mercado de renta variable estadounidense, que cotiza en máximos históricos. "Boeing se encuentra entre las compañías mejor posicionadas para sacar partido de los buenos fundamentales del ámbito aeroespacial", afirman desde el departamento de análisis de JP Morgan.
De hecho, la firma estadounidense tiene ahora una de las mejores recomendaciones de los últimos meses. No en vano, desde febrero de 2016 no tenía tantos analistas recomendando tomar posiciones sobre sus títulos. La última casa en cambiar su recomendación y unirse a la del consenso de mercado fue Goldman Sachs, que a finales de mes recomendaba a sus clientes hacerse con sus títulos. Desde la llegada de Trump al poder, Boeing vale 41.167 millones de euros más.
En una situación parecida se encuentra Lockheed Martin, que ha visto como los analistas elevaban su valoración en más de un 9% en lo que va de año, según los datos recogidos desde Bloomberg. "Todavía esperamos un sólido crecimiento en el segundo semestre del año (cerca de un 9%), debido a la fortaleza del negocio de misiles de defensa aérea y misiles tácticos", afirman desde JP Morgan sobre dicha compañía, otra de las grandes firmas del sector a la que los expertos más han mejorado su recomendación.
Su aumento de valoración, no obstante, no es de los más altos que se han producido. De media, los expertos han elevado en más de un 19% el precio objetivo que dan a cada una de las treinta empresas del sector más capitalizadas del mundo (ver gráfico).
Europa no se queda atrás
A pesar de que hablar de inversión en el sector de la defensa va ligado tradicionalmente a Estados Unidos, las europeas han ido ganando atractivo como idea de inversión por diferentes motivos en los últimos meses. De hecho, algunas firmas como la francesa Airbus se cuelan ya entre las cotizadas con mejor recomendación para el consenso de analistas que las siguen por sus sólidos fundamentales, con una clara recomendación de compra.